La abstención llega a su máximo: 37 de cada 100 jiennenses no votaron

El desapego con la clase política se refleja en una bajada de la participación

04 dic 2018 / 11:52 H.

Fue Susana Díaz la primera que trató de buscar una explicación a lo que calificó como “jornada triste” del PSOE en Andalucía. Y entre los argumentos para analizar su amarga victoria esgrimió el de la baja participación. Y es que, por segunda vez desde 1982, la participación de unas elecciones al Parlamento de Andalucía quedó por debajo del 60 por ciento. Apenas 59 de cada 100 andaluces con derecho a voto acudieron el domingo a los colegios electorales. El peor resultado de participación en unas elecciones autonómicas andaluzas continúa siendo el de 1990, cuando votaron menos del 55 por ciento de los electores.

En Jaén, la abstención también fue notable. De hecho, 37 de cada 100 jiennenses con derecho a voto decidieron no participar. Es verdad que es la cifra de participación más alta de las ocho provincias andaluzas, pero también es el peor dato de las once citas autonómicas celebradas hasta la fecha. En concreto, acudieron a los colegios electorales 325.543 personas, de un censo electoral de 526.712. Es decir, la abstención rozó el 37 por ciento, con 188.738 jiennenses que optaron por quedarse en casa y no ejercer su derecho a voto.

Si se realiza un análisis con las luces largas, se puede comprobar que el desapego de la provincia por la política y su sistema va creciendo de forma paulatina y progresiva en los últimos catorce años. En el año 2004, los jiennenses participaron en la llamada fiesta de la Democracia de forma masiva. Las urnas se llenaron, ya que ocho de cada diez electores de esta tierra entregaron su papeleta. Desde entonces, la abstención no ha hecho más que crecer y crecer: un 22 por ciento en 2008; más de un 29 por ciento en 2012, con la crisis económica en pleno auge; un 31 por ciento tres años después, cuando Susana Díaz se presentó por primera vez, y un 37,7 por ciento en la cita del pasado domingo. Eso sí, hay que tener claro que, tradicionalmente, la provincia es donde se produce una mayor participación. También ha ocurrido en la jornada del 2-D.

Casi todas las grandes ciudades de Jaén estuvieron por encima de la media provincial en cuanto al índice de abstención, que fue del 36,7 por ciento. Así, Andújar lidera este ranking con un 41,09 por ciento; Linares se situó en un 40,7 por ciento, mientras que Úbeda y Martos marcaron un 38 por ciento aproximadamente. Jaén capital y Cazorla aparecen con un 37 por ciento. En una noche electoral llena de sorpresas y cambios profundos en el escenario político andaluz, el escrutinio ocultó un dato llamativo, aunque de importancia menor: el voto nulo se ha duplicado, al pasar de los 41.000 a los 81.000 en apenas tres años. Ya sea por introducir más de una papeleta en el sobre electoral, por escribir en la candidatura elegida o por introducir cualquier objeto en el sobre, el voto “troll” ha alcanzado el 2,2%. Destaca el caso de la ciudad de Linares, donde el voto nulo se multiplicó por cinco hasta alcanzar el 5,31%. Las urnas linarenses recogieron 1.458 sufragios no válidos. Sin duda, tuvo mucho que ver la acción de protesta impulsada por la Plataforma Todos a una por Linares, que repartió papeletas con las históricas reivindicaciones de esta ciudad. El voto en blanco se mostró prácticamente igual que en las últimas elecciones autonómicas. Tan solo subió una décima para pasar del 1,18 por ciento en el año 2015 al 1,28 por ciento registrado el pasado domingo. Ambas opciones suponen una forma más de desafección contra el sistema.