Jaén suma reservas y confía en aumentar los turistas en agosto

El 40% de las plazas ya están pagadas y aguarda a las llegadas de última hora

02 ago 2018 / 08:29 H.

Pinta bien el mes de agosto en Jaén siempre que se parta de la premisa de que la mayoría de los españoles y extranjeros quieren pisar la playa en este mes, por lo que un destino de interior está a “años luz” en viajeros, pernoctaciones y volumen económico. No se trata de comparar Jaén con Málaga o Cádiz, sino de ver las diferencias entre este mes de agosto y el pasado en el Paraíso Interior. Cuando se hace, hay motivos para la satisfacción, pese a que la evolución de este destino no es tan boyante como la de muchos otros. Aquí hay que trabajar más para traer al viajero y se pierde antes cuando existe un error.

La Asociación de Alojamientos de la Provincia de Jaén estima que las reservas crecerán un 2% respecto a agosto de 2017. No obstante, la radiografía de la provincia es que el 40% de las plazas hoteleras para agosto ya están confirmadas o, lo que es lo mismo, pagadas o con garantía de que el pago se hará. Sería lo mismo que decir que un hotel de 10 habitaciones tiene 4 vendidas durante los 31 días de este mes. Sin embargo, la segunda semana y la tercera son para las que se esperan más visitantes. En este caso, las reservas confirmadas ascienden al 50% —5 de las 10 del mismo hotel—, aunque existen algunos alojamientos que se hallan al 80 o el 90%.

Reservas de última hora. Precisamente, como es una provincia que no colgará el cartel de “completa”, las reservas de última hora se antojan importantes. Los turistas no garantizan su visita, sino que la tienen entre los posibles destinos de agosto. Y si se dan las condiciones, se pasan La Asociación de Alojamientos de Jaén asegura que el objetivo sería cerrar el mes con una media provincial superior al 60% —aquí se contabilizarían los 31 días—. Ya se alcanza el 40%, por lo que sería determinante un auge de un 20% más. Para ello tiene mucha importancia factores como la meteorología y, también, sucesos. A nadie escapa que un incendio forestal ha restado mucha afluencia durante otros años. Por otro lado, los parques naturales y las ciudades culturales se eligen como los destinos vacacionales en la provincia por excelencia. También existen picos coyunturales en algunas comarcas o municipios alentados por las fiestas. El perfil es el de una familia que tiene entre 30 y 45 años que viene sola o con otras familias para pasar dos o tres días.

Por otro lado, el consejero de Turismo de la Junta, Francisco Javier Fernández, ha detallado que el número de viajeros crecerá en la región durante el resto del verano un 2,5%. Resulta muy curioso lo acontecido con Jaén, ya que se estimó un descenso del 0,8% antes del verano. En cambio, la Consejería de Turismo ha recalculado sus previsiones y ahora —con los datos actuales— cree que habrá un crecimiento del 2,2%.

“No estamos contentos tras ver cómo crecemos”
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El presidente de la Asociación Provincial de Alojamientos, José Ayala, asegura que los empresarios no están nada satisfechos con la evolución del turismo. “No podemos estar contentos cuando ves que mucha otra gente crece a mejores ritmos. Vemos una recuperación muy desigual, en la que existen meses con cifras positivas y otras con caídas. Esto genera una inestabilidad que afecta a los negocios y que siembra incertidumbre”, afirma. Además, vincula la creación de puestos de trabajo estables a una recuperación firme: “El personal fijo de la plantilla o los fijos discontinuos ya están. En cambio, los que entran y salen son los temporales, que van ligados a estas subidas y bajadas del negocio. Fluctúan los eventuales, que nos gustaría incorporar, pero, al final, si los picos están en los puentes y en los fines de semana, pues no puedes”, indica. “No sé si es una cuestión de nuestro sector o que ocurre igual en la madera, en el metal o en lo que sea, pero vemos que otras provincias funcionan mejor”.

“Las noches frescas de julio fueron positivas”
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El presidente de la Asociación de Restaurantes, Bares y Cafeterías, Antonio Lechuga, afirma que las temperaturas de julio —fueron mucho menos calurosas de lo habitual— beneficiaron a los establecimientos: “Hicieron que se mantuviera un flujo interesante, sobre todo, en los veladores y terrazas instalados en la calle. En cambio, ahora llega el gran éxodo de personas. Hasta después del puente no hay nada que hacer. Incluso, hasta el día 19. Agosto es un mes bastante malo. Muchos negocios cierran o aprovechan para hacer obras o mejoras porque saben que existe poca clientela”, señala.

Antonio Lechuga afirma que es importante que el calor no apriete demasiado durante estos días para no espantar a los turistas que han planificado un viaje para conocer la capital. “Si aparecemos en los mapas pintados de rojo, la gente se echa para atrás y renuncia a venir. Muchos aprovechan para tomarse también unos días de vacaciones. Sabemos que hasta que no llegue septiembre no se empieza a recuperar la normalidad”.