Jaén es la única capital andaluza que no optó a las ayudas europeas

Era una oportunidad de oro. Estaban en juego 240,9 millones de euros para el conjunto de Andalucía y las ciudades con más de 50.000 habitantes podían hacerse con ayudas máximas de 15 millones para ejecutar estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (de ahí el acrónimo DUSI). Se trataba, ni más ni menos, que del 70% del total de Fondos Europeos de Desarrollo Regional (Feder) para crecimiento sostenible en núcleos urbanos para el marco 2014-2020. Y Jaén, una vez más, ha dejado pasar el tren. La ayuda no se le ha denegado porque, dentro del régimen de concurrencia competitiva que establecía la convocatoria, su proyecto no haya tenido suficiente puntuación, como les ha pasado a Almería y a Cádiz. A diferencia de ellas, Jaén es la única capital andaluza que ni siquiera ha concurrido a esta iniciativa. Y ello a pesar de que el Ayuntamiento cuenta con una “oficina técnica externa dotada con 6 personas para captar fondos de este tipo”, como denuncia el PSOE.

La estrategia DUSI es la continuación de lo que, hasta ahora, se conocía como Plan Urban. Una iniciativa de la que se ha beneficiado el tejido empresarial del casco antiguo y con la que se han ejecutado obras que están en la retina de todos como la remodelación de la Plaza de Santa María, en 2011, o la más reciente adecuación del Parque de la Alameda de Adolfo Suárez, en 2015. Ese plan se reconvirtió para responder a los objetivos de la “Estrategia Europa 2020” para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador y, a finales de 2015, el Gobierno lanzó la primera convocatoria para ciudades de más de 20.000 habitantes. La dotación rozaba los 731 millones de euros (en concreto, 730,9 millones). Demasiado dinero en un país por el que, desde finales de 2008, campan las vacas flacas. Y el éxito de la respuesta se observa en el número de solicitudes recibidas: 269 estrategias DUSI cuyo gasto global rebasaba los 3.701 millones. Quintuplicaba el importe aprobado para esta primera convocatoria.

Conscientes de lo que estaba en juego y del impacto económico que esta iniciativa tendrá durante su desarrollo y, más allá, en la habitabilidad de las ciudades, en la provincia, presentaron proyectos Linares, Úbeda (que sumó a Baeza), Martos, Andújar y Alcalá la Real. Todos son municipios gobernados por el PSOE, como apuntó su portavoz en el Ayuntamiento de la capital, Manuel Fernández Palomino.

Andújar y Alcalá la Real no fueron seleccionadas. El dictamen de la Comisión de Valoración, que estaba formada por representantes de los ministerios de Hacienda, Fomento, Industria, Energía y Turismo, Empleo y Seguridad Social, de las comunidades autónomas y de las Redes Temáticas, así como de la Comisión Europea, que asistieron como invitados, fue desfavorable a sus proyectos. No porque incumplieran algún aspecto de la convocatoria, sino porque —como se establecía en las bases— no obtuvieron la calificación mínima de 50 puntos a partir de la cual se valorarían las que hubieran tenido mayor puntuación hasta absorber el límite de la disponibilidad de fondos Feder en cada región.

Por su parte, los ayuntamientos de Linares, Martos y Úbeda y Baeza recibirán 25 millones de euros para trabajar por un crecimiento sostenible, desde el punto de vista social, medioambiental, demográfico y económico, de aquí a 2022 (año en el que finaliza el periodo de ejecución material de los proyectos). Jaén se queda descolgada. Una vez más. Y eso que, advirtiendo de la importancia de estas subvenciones, Jaén en Común (JeC) abogó por implicar a la ciudadanía en el diseño de una estrategia participada, con referéndum incluido para seleccionar el mejor proyecto, diagnosticando las muchas necesidades, carencias de la capital y “cuellos de botella” que tiene la capital”, y ofreciéndoles respuesta. El equipo de Gobierno local respondió con un “no” y fió la inyección de dinero público más importante que se ha presentado en el último lustro para transformar la ciudad y hacerla más amable para sus gentes a la segunda convocatoria del DUSI.

Al rebufo de las críticas del líder local de los socialistas, el viceportavoz del equipo de Gobierno, Miguel Contreras, puso el retrovisor. Reprochó la gestión del PSOE e IU durante 2007-2011 y señaló: “Estamos trabajando para elaborar una estrategia que pretende convertir Jaén en una ciudad donde se mejore la calidad de vida de sus habitantes, incidiendo en la mejora de la calidad ambiental, fomentando el empleo y el emprendimiento, potenciando el sector turístico y cultural y convirtiendo a esta ciudad en una smart city”. Ciertamente, como publicó este periódico en agosto, la Concejalía del Casco Histórico que coordina Manuel Heras tiene sobre la mesa un diagnóstico de situación que concluye que el modelo de ciudad actual es “ilógico” y que cualquier desarrollo sostenible pasa por la puesta en funcionamiento del sistema tranviario, entre otros cambios.

No se obvia el desempleo, la rehabilitación de viviendas o el consumo energético. Pero en su desarrollo es necesaria la colaboración de otras administraciones, el acuerdo con el resto de grupos políticos y colectivos vecinales y sociales y, sobre todo, el lanzamiento de una segunda convocatoria que se fechó para septiembre y ya se demora y que no es tan jugosa. Quedan 104 millones para toda Andalucía y, de nuevo, se harán con las ayudas los mejores proyectos. Consecuencias de dejar para mañana lo que se podía haber hecho entre noviembre y el 13 de enero.