Jaén encuentra 64,5 millones de euros que no esperaba

La Junta confirma que la cosecha supera el aforo y ya contabiliza alrededor de 381.000 toneladas

10 mar 2018 / 11:36 H.

Jaén tiene más aceite del que esperaba, lo que representa una magnífica noticia. Algunos dirán que, tal vez, no será bueno para el precio, aunque esto no es más que una frivolidad. Mejor que haya producto y se ponga en el mercado, ya que la cotización se mantiene en unos parámetros que están por encima de la rentabilidad y reportan beneficios a los agricultores. El pasado 23 de octubre, los técnicos de la Consejería de Agricultura de la Junta —coordinados desde Jaén— ofrecieron el Aforo Oficial de Aceite de Oliva, que estimó 360.000 toneladas de zumo de aceituna en la provincia.

El estudio consideró que habría alrededor de 1.651.000 toneladas de aceituna, que contarían con un rendimiento graso —el aceite que contienen en su interior— del 21,81%, lo que constituiría una caída del 28,5% respecto al año anterior. Actualmente, la Delegación Provincial de Agricultura señala que Jaén cuenta con 381.000 toneladas de zumo de aceituna, lo que conlleva superar el aforo oficial en 21.500 toneladas. Para ver el impacto económico que representa este incremento de la previsión solo hay que convertirlo a dinero. Puede que en unos días valgan más o menos, pero actualmente se puede considerar que el valor de mercado de una tonelada de aceite es de 3.000 euros. Por eso, encontrar 21.500 que no se contabilizaban conlleva conseguir 64,5 millones de euros más. De ahí que sea una magnífica noticia para los agricultores jiennenses, ya que han hallado un “chorreón” inesperado en sus cuentas de este año.

Trabajo técnico. El delegado de Agricultura, Juan Balbín, aclara: “A fecha de ayer —por el jueves—, estábamos en 381.500 toneladas de aceite de oliva. Por lo tanto, se ha superado casi en un 6% la producción. Queda un porcentaje muy pequeño, menos de un 1% por recoger, que todavía puede entrar, pero estamos dentro de una realidad casi completa”. Asimismo, ensalzó que el Aforo Oficial de Aceite de Oliva constituye una magnífica herramienta por su precisión: “Siempre lo clava, siempre. En esta ocasión, hay un error mínimo, que no llega a un 6%. Los técnicos demuestran que realizan una labor muy profesional con la que nos siguen sorprendiendo. Además, lo han tenido bastante difícil porque la cosecha ha sido muy irregular en las propias fincas y y por zonas. No obstante, como los técnicos tienen parcelas en casi todas las comarcas lo han clavado”.

Cifras del ministerio. La Agencia de Información y Control de Mercados del Ministerio de Agricultura publicará —en estos días— las cifras oficiales de la campaña. Durante estos días, las cooperativas y las almazaras de la provincia han informado de la cantidad de aceituna molturada y del aceite de oliva que han producido durante los últimos meses. La Junta señala que ya hay 381.000 toneladas, por lo que el Gobierno de España confirmará el registro o, incluso, lo afinará ligeramente al alza, aunque sin moverse de esos valores.

Todavía no se puede considerar que sea la cifra final de cosecha. El 1 de marzo comenzó la rebusca que, prácticamente, no ha funcionado, ya que no ha parado de llover en el campo jiennense. De todos modos, habrá que esperar por si se registra un ligero aumento. De ahí que el parámetro final se conocerá a mediados de abril. Por otro lado, el delegado de Agricultura valoró las precipitaciones que caen sobre el mar de olivos de la provincia jiennense: “La lluvia viene como agua de mayo para el cultivo, aunque tiene la parte negativa que se refleja en el precio del aceite de oliva y que, realmente, resulta incomprensible”. Precisamente, el valor del zumo de la aceituna ha generado una tendencia descendente en los últimos meses, posiblemente, motivada por el exceso de oferta en el mercado. Los operadores han dejado de comprar producto, por lo que se ha producido una paralización que tira del valor del zumo de la aceituna hacia abajo. Se trata de un fenómeno habitual, ya que, cuando el precio baja, generalmente, los que compran suelen retener la operación para ver si cae más. No obstante, las existencias de producto son bastante bajas, aunque suficientes para abastecer a los operadores. Además, las exportaciones mantienen un buen ritmo, por lo que no existen causas que indiquen un desplome de la cotización. En cambio, el mercado del aceite destaca por su enorme inestabilidad y por una gran carga de subjetividad, que vuelve a plasmarse en las operaciones de los últimos días, que muestran una cotización que sigue a la baja.

La baja cosecha obliga a buscar aceite por el mundo

La campaña de comercialización de aceite de oliva se ha convertido en un auténtico juego de estrategia. Jaén pasa de 505.000 a 381.000 toneladas de producto en tan solo un año, mientras que el consumo internacional continúa en auge, lo que redunda en las exportaciones. Por eso, si aquí no existe producto suficiente, muchas empresas salen al extranjero para intentar conseguirlo. Se busca aceite de oliva porque existe una plusvalía en la comercialización que interesa, es decir, se puede vender en ciertos mercados internacionales bastante más caro del valor al que se consigue en otros países y, también, para no perder el cliente. La bajada productiva hace que muchas aceiteras de la provincia no cuenten con género suficiente para abastecer a operadores internacionales ya consolidados. Por eso, antes de que se busquen otro sitio, las aceiteras prefieren conseguir ellas el producto para mantener la relación comercial. Así, cuando se consiga una cosecha normal —no tan baja como la de este año—, tendrán facilidades para poner en el mercado su propia producción.

Hasta el 1 de febrero, las fábricas jiennenses habían adquirido 6.791 toneladas de grasa de la aceituna de otros mercados. Representa un poco más de la mitad del producto que ha venido a España, ya que, tal y como publica la Agencia de Información y Control de Mercados del Ministerio de Agricultura y Alimentación, se han importado 12.542 toneladas de producto. Existen puntos de compra destacados a los que les gusta acudir a las empresas jiennenses. El principal es Túnez, que cuenta con dos contingentes especiales para introducir aceite de oliva en Europa. El sistema de trazabilidad y los contactos comerciales con los agentes tunecinos es bueno y, lo más importante, llega sin pagar aranceles, ya que lo hace por el contingente establecido desde siempre —para evitar tensiones de precios en la Unión Europea— o por uno especial que se creó para favorecer el desarrollo de la economía de este país en un claro gesto de agradecimiento de Europa por su papel de lucha contra el terrorismo islamista.

Marruecos es otro país que puede introducir aceite de oliva en España sin pagar aranceles gracias a los acuerdos comerciales de Bruselas. No obstante, tampoco hay que descartar otros mercados, como Grecia. De esta manera, conseguir aceite de oliva se ha convertido en una estrategia clave dentro de un mercado que ya no mira el precio de la cooperativa de enfrente, sino que se guía por la cotización y los movimientos que se realizan en el mundo.

1 El consumo interno cae

El incremento del precio del aceite de oliva ha sido directamente proporcional a la caída de las ventas en el mercado español. Mientras que el enero se comercializaron 44.000 toneladas en España, hace cuatro años (enero de 2014) se vendieron 70.900. Una vez más, el consumo interno se muestra muy sensible a los valores de la cotización.

2 Las ofertas en las tiendas

Uno de los principales problemas que tiene el aceite de oliva es que se utiliza como producto reclamo para atraer a consumidores a las tiendas. Se pone en oferta como gancho comercial. En cambio, cuando la cotización ha estado por encima de 3 euros resultaba prácticamente imposible. Las ofertas sí que repercuten directamente en el volumen de ventas.

3 Volverá a ser un “gancho”

Hay expertos que aseguran que, con el aceite por debajo de los 3 euros por kilo, las grandes superficies comerciales no tardarán mucho en colocarlo como un producto gancho. Por el momento, el producto aguanta en esta cotización, aunque la subjetividad del mercado influye de manera determinante para que grandes compradores lo empujen hacia abajo.

4 La enorme atomización

Hay muchos agricultores dispuestos a vender su aceite de oliva, pero no existen más de seis grandes empresas que lo quieran comprar para embotellarlo. Esto genera una situación de nervios que devalúa el producto. Mientras, los grandes compradores cuentan con un margen que les hace esperar y solo salen a comprar cuando les interesa.