Hacienda reforzará la lucha contra el fraude sin tocar la renta y el IVA

La expectación mediática en la primera rueda de prensa de José Enrique Fernández de Moya, en “su tierra”, como secretario de Estado de Hacienda, era tal ayer, que no quedaron butacas libres en el salón de la Subdelegación del Gobierno en el que transcurrió la comparecencia. Secundado por el subdelegado, Juan Bautista Lillo, Fernández de Moya hizo un alegato a favor de la gestión del Ministerio de Hacienda, destacando, en concreto, la repercusión de medidas como la rebaja del IRPF, y aseguró que figuras tributarias, como la renta de las personas físicas y el IVA, “no se van a tocar”. Además, señaló que se estudia un “paquete ambicioso de medidas para luchar contra el fraude”.

A los mandos de la Agencia Tributaria y con el cometido de abordar el modelo de financiación territorial y local, Fernández de Moya garantizó que el Gobierno tendrá una “sensibilidad especial” con los ayuntamientos con graves dificultades económicas, como el de la capital, para relajar su “tensión financiera”. A preguntas de los periodistas, aventuró la posibilidad de articular “medidas adicionales de liquidez en un proceso de reestructuración de deuda, que pase del corto al medio y largo plazo”.

Exalcalde de la capital de provincia más endeudada del país, con una deuda por habitante de 3.493 euros al cierre de 2015, a Fernández de Moya no hay que explicarle la lección. “Me la sé”, reconoció él mismo. Remontándose cinco años y medio en el tiempo, recordó el Ayuntamiento “completamente arruinado” que —dijo—: “Me había dejado la izquierda. 500 millones de deuda sobre un presupuesto consolidado de 180, de los que 300 millones eran deuda a proveedores”. En un escenario complejo, rompió una lanza por las medidas habilitadas por el Gobierno. Entre ellas, las tres ediciones de los planes de pago a proveedores o los Fondos de Ordenación, para el pago de sentencias firmes. Precisó que, en su conjunto, han inyectado al Ayuntamiento 351 millones de euros para el “pago de nóminas, de servicios públicos esenciales y de proveedores”. Balones de oxígeno que, si bien han servido para rebajar el estrés económico y financiero del grueso de las entidades locales del país, no ha sido así en la de la capital, cuyo principal mal es el desfase entre gastos e ingresos y un déficit estructural que ya ronda los 50 millones de euros. Por eso, el nuevo secretario de Estado de Hacienda, a quien Montoro le “ha colgado una pata nueva” (la financiación territorial y local), respondió: “Las vamos a estudiar con todo el cariño del mundo”. Fernández de Moya no solo destacó las medidas extraordinarias aprobadas hasta el momento, sino también el aumento de la financiación local por parte del Estado, a través de la participación de los ayuntamientos en los Ingresos del Estado (PIE). Señaló que, gracias a esto, el Gobierno “ha inyectado 37 millones de euros más” a la provincia, “a pesar de dos años duros”, como fueron 2012 y 2013, debido a la crisis. “Nosotros hemos cumplido”, defendió el secretario de Estado de Hacienda, que contrapuso esta ayuda a la gestión de la Junta respecto a las entidades locales: “Desde 2012 mantiene congelada la Patrica”. Como consecuencia, los ayuntamientos jiennenses han dejado de ingresar “47 millones”, lamentó.

comunidades autónomas. A las puertas del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), cuya convocatoria —aseguró Fernández de Moya a preguntas de los periodistas— será “inminente”, el secretario de Estado de Hacienda apeló al “diálogo sincero” entre todas las administraciones, “al rigor y al sentido común” para “sacar adelante el mejor modelo de financiación territorial y autonómica”. No obstante, sobre las constantes quejas de la Junta de Andalucía, recordó que el modelo actual fue aprobado bajo el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Y añadió: “Todo el mundo tiene que reflexionar”.

En lo que evitó meter cizaña fue en la polémica desatada por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que aseguró, el jueves, que los madrileños pagan la sanidad y la educación de los andaluces por el modelo de financiación —a su parecer— “injusto” que puso en marcha Zapatero. “No voy a entrar en ningún debate que ponga encima de la mesa cualquier tipo de tensión entre comunidades. No es mi objetivo, ni función”, zanjó Fernández de Moya, que añadió que su cometido es articular un modelo territorial de financiación autonómica que “vertebre y cohesione al conjunto de la nación española en todos y cada uno de los territorios”. Interpelado entonces sobre si consideraba que declaraciones como las de Cifuentes crean tensión, respondió que, “más de una vez”, ha oído al Gobierno de la Junta declaraciones criticando la política del Gobierno. Pero concluyó: “He venido a sumar y a contribuir”.