Hacer las maletas en septiembre, una moda cada vez más común

El precio bajo y huir de las colas animan más a viajar en temporada baja

19 sep 2016 / 13:30 H.

Comienzan el curso escolar, las actividades en las academias, los campeonatos juveniles, la vuelta al trabajo y a la cotidianeidad. Es inevitable. Sin embargo, el mes de septiembre se convierte para cada vez más jiennenses en la época idónea para irse de vacaciones unos días y poder desconectar del mundanal ruido.

Juan Santa Bárbara, de la agencia de viajes Santa Bárbara de Jaén, explica cómo cambia el mercado en estas fechas. Asegura que las familias dan paso a las parejas y la costa y la playa cede el turno a las ciudades y el turismo de interior. Los trayectos a Madrid y Barcelona aumentan en número, a pesar de que el precio del billete no varíe, y capitales europeas como París o Roma ganan adeptos y visitas exprés.

La duración de los viajes también se reduce notablemente. De una media de quince días, baja a máximo ocho, afirma Santa Bárbara. “Las familias no disponen de mucho tiempo para dedicarlos al descanso, así que aprovechan al máximo los que han podido juntar”. Lo corroboran otras agencias, como Pilar Collado, desde Viajaén, que ofertan trayectos con una duración entre cuatro y cinco días.

El económico es un argumento de peso a la hora de viajar en estas fechas. En especial en larga distancia. Santa Bárbara habla de cómo el gasto del avión suele suponer una parte importante del presupuesto final. A pesar de haber gran diversidad de tarifas, con una media entre veinte y veinticinco clases, se debe prestar atención a este factor. “Hay clientes a los que el billete puede costarles cien euros y al pasajero de al lado, quinientos. Por eso es esencial reservar con antelación, pues la disparidad de precios existe”, confirma, y subraya que cuanto más largo sea el trayecto, más previsor deberá ser el cliente para lograr que el precio final sea más asequible y ajustado.

Como ejemplo de turistas previsores, según las agencias, están los novios que organizan su viaje después de la boda. Hacen uso de los beneficios de reservar estas fechas y organizar, de esta forma, vacaciones al otro lado del Atlántico. “Cuanto más lejos, mejor”, comenta Santa Bárbara, y apunta que prefieren destinos más exóticos que los nacionales, como el Caribe o Punta Cana.

Los circuitos son clave en el mundo de las agencias de viajes y en otoño, las ofertas se multiplican. Tal como explica Santa Bárbara, la demanda decrece, en especial en los viajes a Europa. “La situación, aquí, todavía no es buena”, aclara, por lo que el cliente busca productos acordes con su limitado presupuesto.

Francisco José Hernández, de la agencia Santiago & Cañada, asegura que se pueden encontrar viajes un diez por ciento más baratos en estas fechas. La temporada baja empuja a las empresas a reducir el precio de sus productos, en beneficio de los compradores. Están especializados en trayectos de interior y trabajan con grupos. Afirma que la costa “tira mucho”, y que en septiembre “todo está más tranquilo, eso es lo que buscan los clientes, tanto por el precio como por la poca cantidad de gente”.

El clima es otro de los factores importantes que facilitan el hacer las maletas a mediados de septiembre. “Todavía hace buen tiempo hasta noviembre”, comenta Santa Bárbara, “por lo que la gente tiene ganas para viajar”. El buen tiempo y las cada vez más altas temperaturas del comienzo de otoño ayudan a los vacacioneros a dejar sus casas unos días.

imserso. Los jubilados y pensionistas son el gran público de estas fechas. “Dan un gran empuje”, asegura Collado, y comenta cómo ya se acercan los potenciales clientes a informarse sobre los destinos.

“Tienen mucho tipo de turismo especial para ellos, pero el que siempre funciona es el de costa”, declara Collado. En ese sentido, Benidorm y Palma de Mallorca son los lugares estrella. Los viajes a Madrid también tienen éxito, “sobre todo van a ver espectáculos, hay menos gente”.

Los destinos a la costa son los primeros en agotarse en las agencias. También se ofertan otras opciones, como cruceros por el Mediterráneo o circuitos de interior, aunque con menos éxito, en especial los dedicados al llamado turismo de naturaleza.

El 20 de septiembre comienzará la campaña del Imserso.

La provincia cuelga el cartel de completo gracias a las actividades, el clima y el alojamiento rural

Uno de los mayores beneficiados en estas fechas es el turismo de interior, y Jaén se perfila como uno de los mejores destinos de septiembre. “Este fin de semana lo tenemos completo y el que viene, también”. Declara Julián Ferrero, jefe de Recepción del Hotel Condestable Iranzo, ubicado en pleno centro. Comenta cómo la cantidad de actos de la ciudad afectan positivamente al sector del hospedaje. Actividades programadas como “Ibercaza” en Ifeja, los “Food Truck” de la próxima semana o los conciertos de “Alligator Rock” llenan por completo las habitaciones.

Ferrero afirma que han crecido en pernoctaciones un 15% durante la primera quincena de septiembre y prevén cerrar el mes con esa misma subida. Agosto también fue positivo, con un aumento de visitantes entre un 10% y un 12% más respecto al 2015.

“El turismo de interior va subiendo”, asegura Ferrero, y habla de la importancia de las visitas programadas a lugares declarados Patrimonio Mundial, como Úbeda y Baeza. “La temperatura invita mucho. El calor del verano no animaba a salir, pero ahora, en cambio, es más cómodo visitar sitios como el Castillo o la Catedral, y los clientes preguntan mucho por estos lugares”, afirma.

Los visitantes de Jaén, cuenta, “lo conocen de paso. Se sorprenden y regresan a sus casas muy contentos. No pensaban que se lo pasarían tan bien”, declara, y añade: “Ellos son nuestros mejores embajadores”.

José Chaves, gerente del alojamiento rural La Casería de Piedra, situado en la falda de Jabalcúz, habla también del “importante incremento” del turismo nacional en otoño. Asegura que, comparado con el año anterior, han subido entre un 20% y un 25% las pernoctaciones. Resalta la relevancia de internet a la hora de vender habitaciones. “Es un escaparate”, menciona, “que te vean es esencial”. Además de los visitantes habituales, la mayoría vienen gracias a páginas web donde se valora la calidad del lugar.

Chaves subraya, asimismo, que la clave a la hora de diferenciarse es “atender con cariño, el asesoramiento es trascendental”. Detalles como dónde dejar aparcado el coche en pleno centro para que el visitante no tenga que usar el parking, o qué carretera coger para evitar atascos e inoportunos retrasos, “son lo que marcan la diferencia”.

El turista de Jaén “viene por descarte, muchas veces hasta perdidos”, afirma Chaves, “es la provincia desconocida”. De ahí la relevancia del asesoramiento: “Se van alucinados. Cuando conocen el potencial de nuestra provincia y la ciudad”. Llevan más de trece años defendiendo Jaén como destino de gran riqueza natural. “He tenido gente que quería irse a Granada y Córdoba y al final pasaron la mayor parte en Jaén, y lo han agradecido”, concluye.

“Prefiero la temporada alta, hay más gente”
Cármen Sánchez Claver |
Delineante
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Carmen Sánchez lleva de vacaciones desde comienzos de septiembre “porque no quedaba otra”. Ella es delineante profesional, aunque en estos momentos trabaja en una empresa aparte del sector, que no se dedica a ese ámbito. Viajar en estas fechas “no es lo mío”, confiesa, “de hecho, si puedo no repito, a menos que no haya alternativa”.

Sánchez ha estado ocho días de vacaciones en Roquetas de Mar, Almería, de domingo a domingo. “El ambiente ha estado muy flojo”, declara, y añade: “No había nadie, sobre todo me encontraba con gente mayor y pocas familias con hijos”. Afirma que al irse a descansar unos días fuera de la provincia sabía que la cantidad de movimiento de turistas, en comparación con las fechas estivales, variaría de forma radical, pero no esperaba un cambio tan exagerado. “Es cierto que buscaba un sitio más tranquilo, pero esto es demasiado”, comenta.

Uno de los rasgos positivos de salir en estas fechas es la bajada de precios generalizada. “Es cierto que todo está más barato”, confirma, pero en ciertos casos el asunto económico queda en segundo plano. “No me habría importado pagar un poco más y poder disfrutar de la temporada alta”.

Además de en Almería, Sánchez estuvo en Aguadulce, a dieciocho minutos de donde se localiza Roquetas. “Ahí sí hay discotecas y más gente, pero estos días no había nadie, parecía todo muerto un viernes por la noche”, declara. En Torremolinos, Málaga, que también lo conoce, “sí suele haber más idas y venidas. Pero es normal, en esa zona hay más turistas extranjeros”, especifica, y comenta la importancia de las colonias alemanas e inglesas en la costa durante la temporada baja, que mantienen con vida la hostelería de los alrededores.

Este fin de semana ha ido a Cazorla, a La Iruela, “al campo, al aire libre, a ver a los animales”, cuenta. Le gusta practicar deporte en plena naturaleza, sobre todo actividades como senderismo de forma independiente. “Siempre voy mejor a lo mío”, afirma.

“Es más relajado y disfrutas mejor”
Carolina sánchez malo |
Médico especialista en Endocrinología
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La temporada de descanso laboral de Carolina Sánchez dio comienzo el pasado 22 de agosto y está a punto de finalizar. Los primeros días los disfrutó con su familia en su pueblo natal, Quesada, que se encontraba de fiestas. “Si puedo, no falto a un día de feria y a reunirme con los míos”, asegura.

El mes de septiembre lo aprovechan para viajar al norte, al País Vasco, en concreto a San Sebastián. “Es maravilloso. Finalmente nos decidimos por esa zona y repetiremos, seguro”, afirma.

Respecto a las fechas, explica que las escogió por sus hijas, que este septiembre van a la Universidad. “Mi marido y yo hacemos turismo de “piedras”, como lo llaman ellas. Vamos a nuestro ritmo. Vemos monumentos, caminamos mucho y descubrimos los paisajes, como a nosotros más nos gusta”, describe.

Lo que más le sorprendió de San Sebastián es que “estaba todo ocupado”. A pesar de haber comenzado el curso escolar, el ambiente en la ciudad “parecía no tener fin, lleno de turistas y gente de un lado para otro. Pillamos el día de campeonato de traineras por la bahía y en ese momento no se podía caminar por la costa”, cuenta.

Los días de septiembre conocieron San Juan de Luz, Hondarribia y Bilbao. “No hemos parado”, afirma, y añade: “Sin embargo, no pudimos visitar ni un museo”. Aun así entraron en la tienda de “souvenirs” del Guggenheim, en Bilbao, donde el turismo parecía “desbordar” el lugar: “Había muchísima gente haciendo cola y comprando, y eso que nos cayó una tromba de agua enorme”.

Han tenido temperaturas de 20 grados, de 37, nubes y temporal. “Es lo normal, las inestabilidades del otoño”. Pero no cambiaría por nada el irse de vacaciones esta temporada: “Lo bueno de viajar ahora es que siempre hay menos aglomeraciones”, comenta y recuerda que, habitualmente, sale en estas fechas por esta misma razón. “Además, no hay tantas familias ni niños pequeños, el ambiente es más relajado y lo puedes disfrutar más”, asegura.