“Estamos perdiendo el tiempo”

Con una puesta en escena cuidada, para dejar claro que no está solo en sus aspiraciones de ser alcalde de la capital, el socialista Julio Millán se puso detrás del atril de la sede de su partido, con casi todos los miembros de su candidatura y muchos militantes colocados a su izquierda. Habló sobre las no negociaciones con Cs, para formar el nuevo Gobierno local de la capital, y había tanta expectación que se tuvieron que colocar mesas y sillas para los periodistas a prisa y corriendo. Dejó claro que comparecía en un ejercicio de “transparencia” y fue directo al grano, “un partido con una mínima voluntad de regeneración no puede subastar el gobierno de esta ciudad al mejor postor". De este modo criticó las formas de Cs, que con sus 4 ediles tiene la llave de la Alcaldía y con los que cree que su partido, el más votado con 11 concejales, ya tendrían que haber hablado para buscar el modo de hacer valer los resultados de ambos y lograr que el PP, que cae de 12 a 8 representantes en el pleno, se vaya a la oposición lo que, de paso, aleja cualquier atisbo de que Vox, que tiene 2 sillones, influya en el futuro alcalde y garantiza un cambio de rumbo en el Ayuntamiento. “Estamos perdiendo el tiempo”, dijo. Y es que ni siquiera se ha podido reunir con la fuerza que encabeza María Cantos, a la que ya emplazó para dialogar a las horas de conocerse los resultados electorales.

A Millán le vino al pelo el audio difundido por las redes, en el que el número 2 de Cantos, Francisco Díaz, asegura que lo mismo le da llegar a acuerdos con el PP que con el PSOE y que, en el caso de hacerlo con estos, su trabajo no tendría visibilidad. “Merecemos que expliquen si primero están los intereses de esta ciudad o los intereses de Ciudadanos", afirmó, extrañado de que el PP, cuyos concejales Díaz califica de “puta mierda”, no se haga respetar. Es más, reconoció que estos modos “desmotivan” e, incluso, insinuó que le costaría sentarse con Díaz en un futuro gobierno de coalición y que, quizás, la mejor solución sería la que permita que el PSOE se haga con la vara de mando para gestionar la ciudad en minoría, lo que pasa porque cada fuerza se vote a sí misma. Aun así, mantuvo la mano tendida a una reunión con Cantos y su equipo, para de esta forma, entablar la conversación que, el martes, desde Cs Andalucía, le aseguraron que se iba a dar y que aún no ha llegado. Por la tarde, celebró asamblea local y esta le respaldó, sin fisuras, para seguir negociando.