¿Equilibrio financiero para 2020?

158,3 millones en ingresos y 155,6 en gastos, un 14% menos que en 2017

25 abr 2018 / 08:30 H.

Tenemos que remar hacia la orilla, mirar de frente, lo que supondrá la mejora para el Ayuntamiento y los ciudadanos, a lo mejor nos tienen que rescatar en mitad del camino, pero ese es nuestro camino”. Esa frase metafórica resume el plan del Gobierno municipal que preside Javier Márquez para lograr que, algún día, los responsables de la Administración local, una de las más endeudadas de España, dejen de gestionar ruina. El método, como apuntó el concejal de Hacienda, Manuel Bonilla, consiste en reducir gastos en busca del equilibrio financiero, tan claro lo tienen que hasta se atrevieron a dar una fecha, 2022, para alcanzarlo. El máximo responsable municipal, de hecho, cree que esta meta llegará antes, en 2020. ¿Eso significa que no haya deuda en el número 1 de la Plaza de Santa María? No, ni mucho menos, supondrá que los gastos no serán más que los ingresos. Sobre los números rojos, en torno a los 600 millones, Bonilla no trató de dulcificar su vaticinio: “No la solventa ni este alcalde y ni este concejal ni los que vengan”. Necesitará, dejó claro y meridiano, ayuda de otras administraciones. Este horizonte borrascoso no impidió presentar un borrador de presupuesto que, apuntó el edil de Hacienda, 158,3 millones de euros en ingresos y 155,6 en gastos, una “contracción general” que ronda el 14% en los conceptos con respecto a 2017.

Márquez, que aplaude siempre que tiene ocasión la labor de Bonilla, respaldó las declaraciones de este sobre el “esfuerzo objetivo” que desde el alcalde al último trabajador municipal protagonizan para levantar una “losa muy importante”, el lastre que supone liquidar cuentas con una media anual de 45 a 50 millones de más gastos que ingresos desde en torno a una década. En 2016, la trampa era ya de 19 millones lo que, de alguna forma, juzgó el alcalde. Es, como argumentó, una prueba del éxito en la lucha para meter en vereda a lo que, en sus palabras, es “un caballo absolutamente desbocado”. Lo aprendido en doma de problemas económicos por parte del equipo que dirige Márquez, eso sí, todavía no les brinda la satisfacción de elaborar un presupuesto que sea realista, dicho de otro modo, que no incluya una trampa contable. “Las famosas concesiones administrativas”, así las llamó Bonilla, que incluye ingresos que difícilmente llegarán, por valor de 49,9 millones, correspondientes a la explotación de cinco aparcamientos públicos, como el del antiguo club hípico, en La Alameda, y otros que no existen más que en el papel. El responsable de Hacienda admitió que, si no es con este artificio, no se pueden cuadrar. Hay que tener en cuenta que las partidas destinadas a los capítulos 1 y 2 pasan de 128 millones de euros a 121,5 millones de euros, es decir 6,5 millones de euros menos en el gasto de funcionamiento del Ayuntamiento, por lo que, conforme a lo exigido por el Ministerio de Hacienda, se reduce un 5% este apartado. El equipo de Gobierno también recoge la disolución de la Gerencia Urbanismo y la Escuela Taller y su integración en el Ayuntamiento. De esta previsión económica se informará a los grupos políticos de los pormenores del presupuesto y a los agentes socioeconómicos, así como al Consejo de Participación Ciudadana. El proyecto económico llegará, después, a la Intervención y se remitirá al Ministerio de Hacienda para que le de el visto bueno, antes de ir al pleno de la Corporación, con la idea de aprobarlo a finales de julio.

obras que eran “impensables”

El alcalde, Javier Márquez, habla de una “mejoría económica paulatina” en los últimos dos años, lo que permite pagar facturas y cumplir con los servicios. Prueba de ello, juzgó, es el hecho de que se acometan, desde hace seis meses, “obras impensables”, como las acometidas en las calles Virgen de la Cabeza, Cataluña, Alcalde Cancio Uribe, Fernando IV, Tablerón, Bernabé Soriano, Carrera de Jesús y Lizaderas.

más dinero para arreglar calles

Entres las inversiones previstas, el concejal de Hacienda, Manuel Bonilla, destacó la destinada a la reparación de vías públicas, lo que supone 100.000 euros más que, en 2017, hasta los 3,5 millones de euros. De hecho, el ejercicio pasado había más de un millón para créditos por reconocer, de modo que el aumento real es de 1,2 millones. Hay que añadir, 250.000 euros para mantenimiento de zonas de juego infantiles.

Aparcamientos “salvavidas”

Con respecto a los ingresos que se prevén en las arcas municipal, Bonilla se refirió a los ingresos patrimoniales, donde vuelven a figurar, en sus palabras, “las famosas concesiones administrativas” de dudosa consecución. No obstante, hay “una rebaja muy importante” de 81 millones en 2017 a 49,9 millones, que se lograrían básicamente por cinco nuevos aparcamientos, con la esperanza de generar negocio.