El voto para la Alcaldía cuenta en el resto de citas electorales

Una máxima de la política dice aquello de que en las elecciones municipales se vota más a la persona, al candidato o candidata, que a las siglas. Hay ejemplos de ello en la provincia jiennense, con regidores que, al cambiar de partido, no perdieron ni un ápice del respaldo de sus paisanos. Pero, con los números en la mano, lo cierto es que el gesto de ir al colegio electoral lleva implícito algo de inercia que implica que la “misma papeleta” sirve para varias citas con las urnas, aunque en unas se decide en lo local, en otras para el Parlamento Europeo y en las siguientes para ver quién tiene que estar en La Moncloa. Hay 61 ejemplos en suelo jiennense (ver cuadro adjunto), es decir, esta tónica se da prácticamente en dos de cada tres municipios, ya que en la provincia hay 97.

Hay otra lectura, que entronca con la fragmentación palpable de la política local y nacional, hay más partidos que tienen posibilidades de gobernar, aunque todavía prime el bipartidismo, lo que implica que, aunque el partido que tiene la vara de mando logre la victoria en elecciones distintas, lo haga con menos holgura. El pasado domingo se notó mucho. En primer lugar, porque, en términos generales, la abstención en las municipales suele ser menor que en otro tipo de citas con las urnas. A menos gente que vota, menos papeletas, lo que reduce las cifras de apoyos. Pero, más allá de esto, se puede inferir que, en la mayoría de municipios jiennenses, se da el mismo escenario que en Andalucía, a saber, el PSOE continúa como la fuerza más votada, pero cae en respaldo y, a su costa, crecen otras opciones. Lo mismo le ocurre al PP. Los beneficiarios son Cs y VOX que están en la inmensa mayoría de poblaciones entre los cinco más votados. Ello explica que los primeros hayan triplicado el número de votos, superando los 50.000 y los ultraconservadores, lo que es más sorprendente aún, pasen de ser residuales en el conjunto provincial y andaluz a convertirse en la quinta fuerza más votada, al multiplicar, en tres años, sus número por 27, con un millar de papeletas de partida.

Si se hace el análisis desde el otro lado, las caídas para los socialistas son directamente proporcionales al tamaño de la población. Por ejemplo, en Santa Elena de 344 papeletas se pasa a 289 y, aunque sea una porcentaje notable en un electorado de 582 votantes totales, donde hubo un 24,61% de abstención; nada tiene que ver con la menor representatividad del partido del puño y la rosa en Andújar, donde se pasa de 8.361 apoyos en las locales a 5.267 en las autonómicas. En el caso del PP, la capital sigue votando mayoritariamente a este partido, pero si en las locales lo hicieron 21.129 personas, en las autonómicas fueron 13.836.