El turismo logra “dar de comer” ya a más de 200 familias en la capital

Las 22.000 visitas al Castillo en 2017, prueba del auge que comenzó en 2015

16 ago 2017 / 10:29 H.

En apenas media hora, la voz grabada que sale de la armadura que hay a la entrada del Castillo de Santa Catalina dio la bienvenida en nombre del contestable Lucas de Iranzo, y más de un susto, a una veintena de turistas. En ese momento, los visitantes eran de los alrededores de la capital y de otras provincias españolas. También pasó por la fortaleza ayer algún que otro extranjero. La observación de lo ocurrido, en apenas un rato, en este monumento de la ciudad, el principal junto a la Catedral, da pistas de lo que ocurre a lo largo de un año natural. Jaén no es uno de los principales destinos turísticos españoles, pero eso no quiere decir que todo esté perdido, hay datos que animan a ser optimistas. Eso es lo que cree la concejal de Turismo, Rosario Morales de Coca, que se atreve a decir que el sector turístico es ya un yacimiento de empleo en una ciudad que necesita un revulsivo. “Los hoteles actualmente dan de comer a más de doscientas familias en la capital”, ejemplifica. A ello hay que añadir otras actividades asociadas.

De 2015 a 2016 se contabilizó un crecimiento de más de tres mil turistas que se decidieron por la capital del Santo Reino. Este incremento, apostilla, representa un aumento de más de nueve mil pernoctaciones, según los cálculos que maneja la Administración local. De los que cuando viajan optan por los encantos jiennenses, unos cuatro mil son extranjeros, conforme a los datos facilitados por el área municipal de Turismo. Pero la edil Rosario Morales de Coca va más allá y aporta otras claves para mostrarse moderadamente optimista. La estancia media en los establecimientos hoteleros ya es del 1,6. Una vez superada la pírrica barrera de solo una noche de habitación, la tendencia que se observa es que Jaén está cada vez más cerca de alcanzar las 48 horas por visitante. El gasto medio por turista es “muy elevado”, superior a los 70 euros por jornada y, lo que más anima al Ayuntamiento, la nota que se le pone a la capital de provincia es del 7,8, la segunda mejor de Andalucía después de Sevilla, algo importante en una comunidad autónoma que hace las delicias de los turistas.

Un termómetro que permite medir que la principal industria de España cobra peso en la economía jiennense es lo que ocurre en el Castillo. En 2015, recuerda Rosario Morales de Coca, pagaron su entrada para conocer el recinto fortificado 35.000 personas; al año siguiente, fueron 50.000 y, en lo que va de 2017, ya son 22.000, por lo que, con esta progresión, como mínimo, se repetirán los registros del pasado ejercicio, que fue muy bueno. En cuanto a los visitantes al alcázar llegados de fuera de España, el año pasado hubo unos 6.000, frente a los 4.000 en lo que va de la actual campaña. Aunque con modestia, la ciudad comienza a entrar en los circuitos de los touroperadores, dentro de rutas más amplias por la región e, incluso, como complemento de rutas organizadas dentro de la provincia, con las ciudades Patrimonio de la Humanidad de Úbeda y Baeza como principal reclamo.

Dentro del casco antiguo jiennense, las paradas habituales se sitúan en los Baños Árabes, dentro del Palacio de Villardompardo; la sede de la Diputación Provincial; la Catedral, en la que el genial Andrés de Vandelvira dejó en la piedra su sello renacentista y, de ahí, hacia la Carrera de Jesús, donde el Camarín es otro de los atractivos. Los viajes pueden comenzar y terminar en el Cerro de Santa Catalina, donde, además de un buen ejemplo de arquitectura defensiva, se encuentra el Parador, un establecimiento de la cadena pública que está entre los mejores del país. Con este esquema se movió por la ciudad un grupo de turistas portugueses, llegados a la capital en el marco de una ruta por Andalucía que incluyó también Córdoba, Granada y otros destinos jiennenses.

A años luz de sufrir un ataque de “turismofobia”

Los problemas de “saturación” y críticas al turismo que copan titulares actualmente en Barcelona y otros destinos como Ibiza y el resto de las Baleares suelan a cachondeo en la provincia jiennense. La ocupación media en la provincia es del 30%, según los datos del presidente de la Asociación de Empresas de Alojamiento de la Provincia de Jaén, José Ayala. La patronal considera que, para que el sector fuera realmente rentable, se debería de llegar, al menos, al 50%, por lo que todavía hay mucho margen de mejora y de crecimiento del volumen de negocio. Supondría pasar del cuarto de millón de visitantes aproximadamente registrados hasta junio, los últimos que hay oficiales, hasta el medio millón, es decir, en torno a un millón al año y, en número de pernoctaciones, el doble. En cuanto a la distribución de los turistas por provincias en el primer semestre el año, Málaga concentró el 31,2% de los mismos, seguida de Cádiz, Granada y Sevilla con el 15,2, 13,9 y 13,5 por ciento, respectivamente; Almería, 8,1; Huelva, 7,8; Córdoba, 6,8, y Jaén, la última, con el 3,5. Las provincias más valoradas fueron Córdoba, con un 8,5, y Jaén y Sevilla, ambas con un 8,4. Los aspectos mejor valorados por los visitantes fueron los relacionados con los paisajes y parques naturales, la atención y trato y el patrimonio cultural. En lo que Jaén está a la cabeza es en el gasto medio, con 93,43 euros; muy por encima de la segunda, que es Sevilla, 80,08, y la media, 68,29.

“Jaén y el resto de la provincia sorprenden”

El matrimonio formado por María del Carmen y Manuel y sus tres hijos, Ariadna y los gemelos Sergi y Álex, visitan la provincia jiennense en el marco de un viaje de 20 días por Andalucía. Su casa está en Barcelona, pero estas vacaciones decidieron disfrutar de la paz y el fresquito que les brinda un cortijo de Mágina. En el Castillo de Santa Catalina, dejan claro que la decisión de viajar al sur no les ha defraudado, ni siquiera se quejan de las altas temperaturas. “Hace calor, pero también en Barcelona, donde hay mucha humedad, aquí estamos muy bien, sobre todo, porque paramos en Mágina”, reflexiona el padre que, como su esposa María del Carmen, con raíces jiennenses, no oculta las buenas sensaciones que les dan tanto la capital de la provincia como otros lugares que visitaron, como las ciudades Patrimonio de la Humanidad de Baeza y Úbeda o Torres, por citar algunos. “Jaén, que no había tenido la oportunidad de conocer a pesar de que mi padre es de aquí, es una sorpresa”, comenta María del Carmen, que, en compañía de los suyos, pudo maravillarse con los Baños Árabes. Su recorrido por Andalucía también les llevó a la Mezquita de Córdoba y tienen previsto conocer la Alhambra de Granada. Para concluir su larga estancia en la comunidad autónoma, pasarán unos días en Linares donde la mujer tiene familia.

“El turista va a lo fácil cuando visita Andalucía”

“La gente asocia Andalucía con el sol y la playa, no opta por descubrir otros sitios que hay muy interesantes, como Jaén”, comentan los Calderón Fernández, la familia de Extremadura, formada por Juan y Pilar y sus dos hijos, Juan Jesús y Ana. “Nuestra idea es recorrer la capital, Úbeda y Baeza, donde tenemos muchas ganas de ir y ya sabemos hasta dónde comer estupendamente”, explica Pilar que, como su esposo, considera que optar por los destinos tradicionales de la región es “ir a lo fácil”, al estar convencidos de que la opción jiennense permite disfrutar de un viaje excepcional. “Creo que, en muchas ocasiones, la gente no viene porque cree que hará mucho calor y no hace más calor que en Zafra, donde nosotros vivimos y otros sitios de España”, argumentan. Sobre las comunicaciones con el resto del país, sostienen que no les ha supuesto problema alguno desplazarse en su coche, desde la ciudad pacense en la que residen hasta la provincia jiennense. “Son unos trescientos kilómetros que hemos recorrido sin problema”, aclaran. Para su primera incursión en la provincia, decidieron organizar una excursión en la que, a lo largo de tres días, confían en descubrir buena parte de los atractivos turísticos de esta tierra, no obstante, no descartan nuevas visitas a un territorio que tenían ganas muchas ganas de conocer.