“El tranvía es la prueba de que se puede si se quiere”

La mediación del líder andaluz de Ciudadanos permite atisbar un pacto por el tren ligero de Jaén

21 nov 2017 / 09:14 H.

La portavoz provincial y miembro de la ejecutiva nacional de Ciudadanos, la jiennense Raquel Morales, no se ahorró elogios cuando habló de su jefe de filas en Andalucía, Juan Marín. Le atribuyó una capacidad de conciliar posturas irreconciliables fuera de lo común y, como ejemplo de esta cualidad política puso el tranvía de la capital jiennense. Si nada se tuerce, ciertamente, el tren ligero puede salir de las cocheras, donde entró de mala manera en 2011, y sortear la falta de entendimiento entre la Junta, que lo construyó, y el Ayuntamiento, que lo explotará, para lograr que eche a andar. En este giro a un asunto que no tenía visos de solucionarse, tiene un papel clave Marín, como reconoció el propio alcalde jiennense, Javier Márquez, al igual que también hicieron altos cargos del Gobierno andaluz. Marín simplifica y razonó: “Si se pone en marcha es un demostración de que, si se quiere, se pueden hacer las cosas”. Marín en el turno de preguntas del desayuno informativo Diálogos “Jaén, Nuevo Milenio” también se mostró convencido de que lo único que impidió el funcionamiento de este medio de transporte es un interés político que, insistió, “lo dejó en el olvido”.

Marín conoce perfectamente los detalles del acuerdo que se fragua para salvar el sistema tranviario, tanto es así que, tras pedir educadamente permiso al alcalde Javier Márquez para “tomarse la libertad” de desgranarlos, apuntó: “El Ayuntamiento asume un 40% del déficit de explotación, la Junta otro tanto y la Diputación, a través de un convenio, el 20%. Aunque todo funcione perfectamente bien, el tranvía tendrá unas pérdidas de un millón de euros”. Es optimista sobre cuando volverá a circular el tren ligero, incluso autoinvitándose, medio en broma, medio en serio, al primer viaje tras el parón de seis años, pero, Marín, eso sí, apostillo que es preciso que la Administración autonómica y la local se pongan de acuerdo en cómo la primera devuelve a la segunda lo cobrado de más por la financiación de este medio de transporte. El político naranja cifró esta suma en una horquilla de entre 6 y 8 millones de euros (el alcalde la rebajó de 4 a 6 el pasado viernes). “Se sabe perfectamente los pasos que hay que seguir”, aclaró.

Tras recibir una pregunta, en sus palabras, “muy buena” del público, Juan Marín opinó sobre si algún responsable socialista, implicado en el proyecto, debería de haber dimitido. “Yo lo habría hecho, porque no se pueden invertir 120 millones de euros y tenerlo parado. Creo que alguien del PP también ha querido ser responsable de que esto no saliera adelante. Cada uno es mayorcito para asumir sus responsabilidades”, dijo, con cierta sorna Marín, que, en cualquier caso, se sumó a los que creen que el tranvía será un beneficio para la ciudad al reducir sus importantes niveles de contaminación, acortar los tiempos de desplazamiento y proyectar una imagen de modernidad de la capital. En declaraciones antes del desayuno informativo, se mostró convencido, ante los periodistas, de que habrá un acuerdo inminente para reactivar el tranvía, incluidos los proyectos que la Junta acometerá en la ciudad en contraprestación por el exceso de pago por parte del Ayuntamiento, y que funcionará en 2018.