El pulso decidido de “la tradición”

Los colectivos de “OCO” piden hacer las lumbres el día 16 con “pocas esperanzas”

29 dic 2016 / 12:19 H.

La esperanza es lo último que se pierde. Sin embargo, después de que hubieran registrado, en el Patronato de Cultura, la solicitud con la que piden al Ayuntamiento los permisos preceptivos para encender las lumbres de San Antón el lunes, 16 de enero, “como manda la tradición”, y no el sábado 14, como ha acordado la Corporación Municipal, algunos de los dirigentes vecinales de las asociaciones que se integran en la federación Objetivos Comunes (OCO) suspiraban, pronosticando que este es el fin de una veintena de hogueras. “No creo que nos den permiso”, comentaba, con el optimismo informado que caracteriza a los pesimistas, la presidenta de “Faldas del Castillo”, Matilde Liébanas. Y no era la única. Su homóloga en “Guadalquivir”, Pepi Alcántara, dudaba si mantener, para el 16 de enero, la actuación de la Asociación de Coros y Danzas Lola Torres, que por fin concertó el pasado agosto, después de varios años de intentos vanos. “Si no hay lumbre, al menos que haya actuación”, se decía no muy convencida, aunque apuntaba: “Están dispuestos a venir porque dicen que respetan la tradición”.

Y eso, precisamente —la defensa de la tradición, a toda costa y a pesar de las críticas continuadas y feroces que han recibido y que se siguen sucediendo—, es lo que “OCO” y sus asociaciones consideran que están haciendo. En un pulso con la Administración local y con los empresarios y atletas que han abanderado el cambio de la Fiesta de San Antón a sábado, en un intento —justifican— por emular el éxito de la edición de este año, los veintitrés colectivos a los que ampara “Objetivos Comunes” se han convertido en los principales valedores de una tradición que —como destaca la presidenta de la federación, María Cantos— tiene tres siglos de historia. “¡Y las asociaciones de vecinos han sido las que han llevado todo el peso!”, reiteró ayer. “Es Navidad —recordó— y tenemos la ilusión de poder hacerlas el día 16 de enero”. Pero la acotación que acompaña al modelo de solicitud de permisos para las lumbres que ha elaborado el Patronato de Cultura, remarcando que el día de celebración será el 14, deja poco espacio a la esperanza y hasta ella misma previó: “Aquí se va a ver que no se ha valorado suficientemente a las asociaciones. Veinte barrios, entre ellos, La Magdalena, San Juan, Santa Isabel, La Alcantarilla y el Pilar del Arrabalejo, se van a quedar sin lumbres. O —aventuró— buscarán a colectivos para que las organicen. Si eso es así, tal vez, no se note en la participación este próximo año, pero, cuando vean el esfuerzo que conlleva, se verá en la de 2018. Y, entonces, ¿qué van a hacer? ¿De nuevo, le van a pedir a las asociaciones que las organicen?”. Y remachó, a modo de reflexión: “Algunas veces, hay que hacerse valer”.

El plazo para registrar la solicitud para organizar las lumbres finalizará el próximo 3 de enero. Saben que para nada las tienen consigo. No obstante, si se cumplen sus augurios y les deniegan los permisos, los dirigentes de esta veintena de asociaciones tienen muy claro por dónde no van a pasar. “No vamos a contravenir la Ley. Podemos patalear y denunciarlo, pero, sin permisos, no haremos nada”, sentenció Cantos, y la secundó, con la misma rotundidad, la presidenta de “Faldas del Castillo”: “No las haremos”. Y, si cercana la fecha del 14 de enero, ¿se lo imploraran los vecinos del barrio? “No pueden presionarnos —aclaró Liébanas—. Y, si quieren hacerlas, que las enciendan ellos y que concierten los seguros. La asociación no va a hacer nada”.

Después de un tira y afloja de ocho meses en el que “OCO” y sus asociaciones no se han movido del “lado de la tradición”, la decisión de la Corporación de “probar” la propuesta de la Plataforma San Antón en Sábado para que esta Fiesta de Interés Turístico Nacional se celebre ese día los dos próximos años fue un jarro de agua helada. Se sintieron “ninguneados”. Y aún no se han sacudido la sensación.

“Vamos a modificar la fecha de la San Antón durante dos años en periodo de pruebas y, en ese tiempo, estableceremos un sistema de consulta popular que permita saber qué quieren los vecinos”, anunció la portavoz del equipo de Gobierno local, Reyes Chamorro, cuando trasladó a los medios de comunicación, en octubre, la decisión “unánime” de la Corporación. Y aclaró: “Esta fiesta no es del Ayuntamiento, ni de ninguna otra Administración”, si bien —apuntó—: “[Desde la entidad local] Tengamos la responsabilidad de ponerla en valor, gestionarla y realzarla del mejor modo posible”. Esgrimió que el referendo no se planteaba para esta próxima edición por falta de tiempo.

Una carrera para resucitar las lumbres

Para relanzar una tradición que estaba en clara decadencia en los barrios jiennenses, en el año 1984, el entonces concejal de Deportes, José Montané (PSOE), proyectó la carrera nocturna de San Antón. En la década de los noventa, llegó a celebrarse en sábado en dos ocasiones, pero la tradición se impuso a la modernidad.

Fiesta de Interés Turístico Nacional

La Carrera Urbana de la Noche de San Antón adquirió, en el año 2011, el título de Fiesta de Interés Turístico Nacional. Poco a poco, gracias a su singularidad y al efecto del “running”, cada vez más practicado en la sociedad occidental, empieza a convertirse en una de las fiestas más señeras de Jaén.

Un éxito absoluto en todos los sentidos

Coincidiendo con que la carrera caía en sábado este año 2016, el Patronato de Deportes emite 8.000 dorsales y, en unión con los empresarios locales, se configura una programación especial. Ante un éxito que se adivinaba, corredores y hosteleros acariciaron la posibilidad de que la “San Antón” fuera siempre en sábado.

Plataforma pro San Antón en sábado

Tras el éxito de la San Antón, empresarios y atletas promueven una plataforma para “convencer” a los dirigentes políticos y a la ciudadanía de las ventajas de que carrera y lumbres caigan en sábado. “OCO” se opone. En octubre, la Corporación se decanta por cambiar la fecha a modo de prueba durante dos años.