El político que quiere hacer felices a los andaluces

Juan Marín comprende el sentimiento de los jiennenses que se sienten abandonados por las administraciones

21 nov 2017 / 09:14 H.

Para terminar su intervención, el líder de Ciudadanos en Andalucía, el empresario de Sanlúcar de Barrameda Juan Marín, no sacó a colación frases de Kennedy, Nelson Mandela, ni siquiera del socorrido Mahatma Gandhi. Marín parafraseó a otro hombre de negocios, Ray Kroc, al que se le atribuye la máxima: “Ninguno de nosotros en tan bueno como todos nosotros juntos”. Krock, fallecido en los ochenta del siglo pasado, tiene el mérito de estar detrás de la expansión mundial de las hamburgueserías McDonald’s. No fue el inventor de la cadena de comida rápida, pero la biografía de Krock recuerda que fue capaz de mejorar, hasta niveles insospechados, la idea original de los hermanos McDonald. Juan Marín, protagonista del desayuno informativo de Diálogos “Jaén, Nuevo Milenio”, dibujó un perfil de sí mismo que permite compararlo con Krock. No es que haya creado la actividad política, de hecho no se cansó de repetir que lleva en la cosa pública apenas dos años y medio, pero sí está convencido de que puede mejorarla. Fue lo que se encargó de transmitir con su conferencia “La Andalucía del siglo XXI” que, entre bastantes titulares, dejó uno digno de una brillante agencia de publicidad: “Hay que devolver la sonrisa a los andaluces”.

Esta tarea, según el discurso que Marín llevaba debajo del brazo, es especialmente importante para los jiennenses y también para los almerienses y algo menos, conforme sus análisis, para los onubenses. “La primera vez que vine me llevé la sensación de que os sentíais un poco abandonados por las administraciones, un sentimiento entendible. Cuando decidí ponerme a trabajar, a remangarme, ese sentimiento pesa”, admitió el empresario y parlamentario andaluz sanluqueño.

Juan Marín hizo todo lo que estuvo en su mano por mostrarse cercano, un españolito más que sabe lo que es trabajar y soportar los sinsabores de la burocracia. “Me preocupa lo que pasará con mis hijos y los hijos de todos ustedes. Que Andalucía no tenga modelo educativo para una generación; que no se ponga en marcha formación dual; que no se invierta en formación; que la sanidad tenga problemas, que la Justicia no tenga medidos necesarios”, aseguró, para darle un mandoble, eso sí, “con respeto”, a “los partidos viejos”. “Para el PP y el PSOE, lo importante no ha sido quien recibía el beneficio, sino para que servía en el ámbito de los partidos. Eso no es bueno”, argumentó, convencido de que, en sus palabras, “la ocurrencia y la improvisación no pueden formar parte de la política”. “En una empresa no se puede trabajar sin plan de negocio. En Andalucía, uno de los retos que tenemos es lograr que los 350.000 millones de euros y 250.000 empleados públicos presten servicios de calidad y forma continuada”, aseguró Marín que insistió en la necesidad de evaluar, de fiscalizar la labor del Gobierno andaluz, del que no ocultó que el partido naranja “no se fía”. “Queremos saber si nuestro apoyo es útil”, aclaró y, por ello, cada tres meses, acuden a los interventores de la Administración andaluza para comprobar el grado de cumplimiento de las promesas que, como apostilló, es bastante alto. “Andalucía, desde hace dos años y medio, crece por encima de la media nacional, genera empleo, es fiable y cumple con el objetivo de déficit. Lo más importante es la aportación a la calidad de vida de los ciudadanos”, resumió Juan Marín, como claves del éxito de la fórmula del partido de Albert Rivera en la comunidad. Sin embargo, la fuerza de Marín, que en la provincia de Jaén cuenta con Raquel Morales como pieza clave tanto en Andalucía como en la ejecutiva nacional, tiene una presencia institucional mucho menor que la de populares y socialistas. ¿Cómo logra influenciar en la gestión política? De esta forma respondió a la pregunta: “Mi trabajo consiste en hablar muchísimo, con todos aquellos que puedan aportar. La semana pasada me reuní con el Kichi (el alcalde de Cádiz, José María González, Por Cádiz Sí Se Puede), con el alcalde de Almería (Ramón Fernández-Pacheco, del PP) y con el de Huelva (Gabriel Cruz, del PSOE) también estamos intentando ayudar. Hemos dejado al lado las siglas y nos hemos puesto al lado de la gente”. Y es que, aunque Ciudadanos renieguen de las fórmulas de partidos tradicionales, tampoco se les escapa que, sin rédito electoral, están abocados a la desaparición. De ahí que hagan sus cálculos y opine: “tenemos una posición interesante para los ayuntamientos, las diputaciones y la Junta”. De hecho, se ven como llave segura para formar el próximo Gobierno local de la capital jiennense, aunque sin dar nombrar al nuevo fichaje de Ciudadanos, María Cantos, como candidata a la Alcaldía. No toca en este momento, aclaró, tomar esa decisión. “Lo siento Javier (en referencia a Javier Márquez, alcalde de Jaén), pero vas a tener que sentarte con nosotros a negociar”, le anunció al regidor que le escuchaba en la mesa presidencial de los desayunos informativos. Con el actual “inquilino” del número 1 de la Plaza de Santa María, Marín no ocultó su “buen rollo” y, prácticamente, sus primeras palabras fueron para él, al decirle al público que lo considera “buena persona”, una de las que,. como cree, hacen falta en la vida pública. Lo que se frague en la actividad municipal jiennense, de hecho, no es algo menor en Ciudadanos, porque ni a Marín ni a sus compañeros se les olvida cómo, de tener tres concejales en la Corporación Municipal, Salud Anguita, Iván Martínez y Víctor Santiago, se quedaron a cero. “Llegamos con mucha ilusión, especialmente en Jaén y nos vimos con el contratiempo de vernos que podíamos a ayudar a quedarnos sin nada, tenemos tres escaños, pero no tres actas. Sois los artífices de que en Jaén haya futuro. Espero que la ciudad y la provincia lo reconozcan”, les dedicó a la amplia representación de la fuerza naranja que acudió a respaldarle.

“Desde Ciudadanos estamos convencidos de que no solo vale quejarse, como ocurrió, por ejemplo, en el caso del tranvía. La culpa ha sido de todos y hay que resolverlo entre todos, ser capaces de ponernos de acuerdo. Esa es la Andalucía del siglo XXI por la que hay que apostar. Hay proyectos actualmente, a solo dos años vista, por eso se cometen errores, como fue el de la fusión hospitalaria en Granada. Llegado al caso, si hemos cometido un error, hay que resolverlo, no pasa nada, aunque en política parezca que eso no se puede hacer”, razonó el líder naranja andaluz que vaticinó que dejará de serlo, según él, “mucho antes de los que muchos se creen”, convencido de su “caducidad”.