El mercado del aceite se cae

Los españoles compran un 15% menos y las exportaciones bajan un 4%

07 feb 2018 / 09:00 H.

Se vende mucho aceite. Más que hace un lustro o una década, pero también bastante menos que el año pasado. El mercado oleícola se cae. Los españoles demuestran, una vez más, que el producto no lo valoran como merece, seguramente, porque todavía no conocen bien sus atributos frente a otras grasas. Si hace unos días la Asociación Nacional de Envasadores de Grasas Vegetales (Anierac) constataba que el girasol adelantaba al de oliva en las ventas en los supermercados, ahora el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente revela un desplome en el mercado nacional y un leve descenso en las exportaciones del producto. Es verdad que hay poca cosecha y que es normal que la oferta y la demanda del producto se ajusten a través del precio, pero los españoles vuelven a demostrar una hipersensibilidad al incremento del valor del aceite. Cuando sube de precio, lo dejan de comprar.

La Mesa Sectorial del Aceite de Oliva se acaba de reunir. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente afirma que se han vendido 318.700 toneladas, lo que representa una comercialización media de 106.240 al mes. No hace tanto —una década—, se soñaba con vender 90.000, por lo que la evolución es más que significativa. En cambio, si se compara con el ritmo de mercado del año pasado o de la última década, la tendencia no resulta nada favorable. El Gobierno de España señala que la comercialización en España llega hasta 318.700 toneladas, lo que supone un descenso del 8% con respecto a la campaña anterior y de un 8,5% con respecto a la media de las cuatro últimas. La media mensual de salidas en este periodo es de 106.240 toneladas.

Lo peor, en España. Sorprende que los españoles, que son los grandes productores de aceite de oliva en el mundo, sean tan poco fieles a uno de sus productos estrella. Respecto a otras campañas, no ha pasado otra cosa que la cotización, que se ha incrementado. De hecho, esto ha sido clave para que los supermercados e hipermercados lo tengan siempre en oferta constante —hay quienes se quejan de que ahora hay catálogos que lo ponen al lado del de girasol para que se vea la importante diferencia de precio entre uno y el otro—, algo que tenía “machacados” a los productores, que soportaban precios que destrozaban los márgenes de rentabilidad del producto.

El mercado interior aparente ha alcanzado la cifra de 104.600 toneladas, cantidad que representa un descenso de un 15% respecto a la de la campaña pasada y de un 19% en relación a la media de los cuatro años anteriores. La media mensual de salidas de estos dos meses fue de 34.870 toneladas. Afortunadamente, la comercialización se intenta sostener gracias a la dinámica en el extranjero. Las exportaciones, con datos todavía provisionales para el mes de diciembre, se estiman en 214.100 toneladas, con un descenso del 4% respecto a la campaña anterior y del 2% en relación a la media de las cuatro últimas campañas. La media mensual de salidas en este periodo fue de 71.370 toneladas.

De esta manera, el volumen de existencias es de 666.700 toneladas que, decrece un 7% respecto a la media de las cuatro campañas anteriores. En las almazaras se almacenan 513.600 toneladas lo que supone un descenso del 12% respecto a la media de las cuatro precedentes, en la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero 7.800 toneladas mientras que en las envasadoras, refinerías y operadores se sitúan otras 145.300 toneladas. De acuerdo con esos datos se aprecia que el nivel de recursos de aceite de oliva, es mayor que en la campaña pasada, a pesar de que se espera una reducción de la producción en su conjunto. La comercialización total muestra un retroceso, más marcado en el caso del mercado interior que en las exportaciones. En lo que concierne a las cotizaciones en origen, y a pesar de ligeros incrementos en las últimas semanas, se constata una tendencia descendente tanto a nivel nacional como internacional desde el inicio de la campaña. En la categoría virgen extra los precios en España se sitúan por debajo de Italia y Grecia pero por encima de Túnez. Jaén vendió en octubre, noviembre y diciembre —el primer trimestre de comercialización ya está cerrado con cifras oficiales— 78.854,61 toneladas de aceite de oliva. Se trata de una cantidad importante que demuestra que existe un buen ritmo de salidas de las cooperativas y almazaras de la provincia.

De esta manera, a 1 de enero, existían 151.235 toneladas, lo que se muestra como unas existencias muy bajas. Esto se debe a que prácticamente no sobró una gota de aceite de oliva del año pasado —el enlace fue nulo— y que las empresas jiennenses cuentan con habilidad para salir a la red comercial, pese a que se recurre demasiado al granel. No obstante, pese a que el mercado sufra y bajen los niveles de comercialización, no se puede tapar la buena noticia que constituye el alto nivel de precios en origen, ya que supone un notable incremento de la renta para más de cien mil familias de la provincia jiennense.

El Observatorio de Precios de la Fundación del Olivar (Poolred) indica una diferencia de valor entre las diferentes calidades del producto, que se ha incrementado algo más durante las últimas semanas. El extra se paga a una media de 3,65 euros por kilo —a granel—, mientras que los vírgenes cotizan a 3,46. Existe una disminución de los lampantes, que se sitúan en 3,27 euros. En cambio, con esta realidad en las cooperativas y almazaras, resulta complicado encontrar aceite de oliva a menos de 4 euros el litro, por lo que muchos consumidores prefieren gastar menos o, directamente, se han pasado a otras grasas. De ahí la caída en las ventas.

algunas claves para el sector oleícola

El Presupuesto agrícola baja

Los países esperan con atención el nuevo presupuesto para la Política Agraria Común (PAC), que se conocerá durante el próximo mes de mayo. No obstante, desde la Comisión Europea ya se apunta a que podría haber un descenso entre el 5 y el 10%. No hay que olvidar que Gran Bretaña ya estará fuera de la UE.