El “grupo de iguales” es la mejor arma contra el acoso escolar

Las escuelas jiennenses apuestan por la convivencia para erradicarlo

07 may 2018 / 08:27 H.

Tolerancia cero. El acoso escolar en los centros jiennenses cada vez tiene más combatientes. A los docentes, los propios alumnos y las familias se sumó un eficiente protocolo de prevención y detección que cada vez es más recurrente en las escuelas. De igual manera, el fomento de la convivencia entre los alumnos es un punto clave en los calendarios escolares. Tanto colegios como institutos se esfuerzan, cada año con mayor empeño, en la concienciación y sensibilización de sus alumnos para, poco a poco, acabar con este problema dentro de sus aulas.

Un referente en España. Los centros educativos andaluces están a la cabeza en la puesta en marcha de protocolos y de iniciativas de convivencia en todo el país. Así lo confirmó Miguel Vera, parte del Observatorio Andaluz de la Convivencia, quien apuntó que esta comunidad autonómica es una de las “pioneras” en realizar y poner a disposición de poner a disposición de las escuelas medidas preventivas frente al acoso escolar. “Se observa una mayor sensibilidad y se trabaja muchísimo los temas de protocolo. Sin embargo, este asunto es algo que tiene que resolver toda la comunidad educativa, tanto profesorado como las familias”, señaló Vera. Además, según los datos del Informe de Convivencia Escolar en Andalucía de 2016, se muestra como la evolución del porcentaje de alumnado que ha realizado conductas contrarias a la convivencia ha disminuido, gradualmente, desde 2011. Sin embargo, Miguel Vera indicó que en el 0,3% de los centros educativos sigue habiendo actos de violencia. “El 99,7% de los centros está muy bien, pero un 0,3 en una población de un millón y medio, pueden salir 300 o 400 casos”, dijo. Una cifra casi “mínima” que, según comentó, parece aumentada por los casos que aparecen en los medios, de los cuales, la “inmensa mayoría” no acaban con un dictamen de acoso, sino que se quedan en una simple conducta disructiva. Por ello, Miguel Vera insistió en no confundir los términos de agresión y acoso, ya que, mientras que el primero se queda en un hecho puntual, el segundo es entendido como el maltrato psicológico, verbal o físico de forma reiterada y a lo largo de un tiempo determinado.

Para combatir esta problemática en los centros, Vera explicó que uno de los mejores modelos es el Dialógico, acciones preventivas de convivencia con las que se forma a toda la comunidad, especialmente al grupo de iguales (alumnos), que “está dando muy buenos resultados”. Asimismo, puso en valor el gran poder que tienen los propios estudiantes a la hora de acabar con el acoso escolar dentro de sus colegios. “Si el que agrede o acosa no se siente respaldado por su entorno, inmediatamente, para. Nadie acosa si va a quedar mal frente a su grupo o le paran entre todos los pies”, estableció Vera. Por ello, afirmó que los mejores aliados para la prevención y detección del acoso es el propio alumnado y subrayó: “Hay que cambiar el concepto de ‘chivato’ a ‘valiente’, y para eso se necesita una formación y un trabajo previo”.

redes sociales. Las nuevas tecnologías cambiaron muchos aspectos en la vida cotidiana de la sociedad. Y uno de los que más se han transformado son las relaciones personales. En ello, tienen mucho que ver el incipiente aumento en el uso de las redes sociales. Tanto es así, que incluso el acoso escolar ha evolucionado con ellas y Vera advirtió que, en los último años, se vio incrementado el número de casos de ciberacoso. “Hemos detectado que se están cometiendo barbaridades por partes de las familias de dejar móviles a sus hijos de 9 o 10 años que tiene ya su grupos de Whastapp, juegos onlines e Instagram”, señaló Miguel Vera, y añadió: “Antes las collejas se daban en la calle, ahora se dan a través de las redes sociales”.

Ante el ciberacoso, el “grupo de iguales” vuelve a ser el mejor arma para enfrentarlo. Por ello, Vera alegó que es muy importante la formación del alumnado en esta materia, ya que, según él, “los adultos y los profesores no pueden darse cuenta de muchas cosas, ya que no están en los grupos donde se relacionan”. El ciberacoso es uno de los asuntos principales en el que centros educativos tratan de formar a sus estudiantes, lo cuales son cada vez más conscientes de que no pueden permitir el acoso en las redes, lo mismo que pasa si hay una pelea física en las propias escuelas, “porque o lo hacen ellos o todo queda en el anonimato. La colaboración del propio alumnado es fundamental”, aseveró.

Mediadores en el acoso escolar

Fuentezuelas. “En este curso no hemos tenido grandes problemas, lo cual es para congratularse”, afirmó el director del Instituto, Juan Manuel Espinosa. En este centro se forman a grupos de alumnos, sobre todo en los primeros grupos de Secundaria, como mediadores, de tal manera que ellos mismos sean “detectores de acoso” y lo pongan en conocimiento de los tutores o del equipo directivo para que se pueda actuar.

Charlas para
la prevención

Cristo Rey. En este colegio están muy pendientes de las redes sociales. Según comentó su directora, Belén López, detectan que los niños hacen “un uso del que no son muy conscientes a veces” y que está muy generalizado. Por eso, afirmó que tratan de frenarlo “inmediatamente” aunque sea muy difícil de detectar. Las charlas preventivas sobre el uso de las redes son su principal arma para evitar el ciberacoso entre los alumnos.

Corrección social y académica

Auringis. Las medidas correctivas también son una parte importante de esta problemática. En el instituto Auringis distinguen entre conductas contrarias a la convivencia y gravemente perjudiciales. Las primeras se sancionan con uno a tres días de pérdida de derecho de asistencia al centro; mientras que las segundas, van de cuatro a treinta y tarea de carácter académico relacionadas con la socialización y el cambio de actitud.

SEsiones
de formación

FRancisco de Rivas. Este instituto de Jabalquinto participa en el programa Conred para la prevención, detección e intervención del acoso escolar y el ciberacoso. A nivel de centro, el profesorado recibió tres sesiones formativas, se desarrollaron otras seis con los estudiantes, donde se trabajó con casos prácticos y vídeos para que supieran detectar estos casos, y pasaron unos cuestionarios al alumnado y a las familias sobre el tema.

Idea para todas las escuelas

Fampa los olivos. Una de las mayores problemáticas del acoso es la influencia del reconocimiento que puede obtener el cabecilla, que genera que el resto se calle. La federación apuntó que esto se trabaja mucho en clase, con el fomento de mediadores que, al estar concienciados, son capaces de captarlo antes y arropar a los supuestos agredidos, de tal manera que un “mal” comportamiento no llega a convertirse en acoso.

La sociedad muestra una mayor sensibilidad

implicación de los estudiantes

Para lograr que el acoso escolar desaparezca de los centros es fundamental la implicación de toda la comunidad educativa. Pero, aún más, la de todos los estudiantes, pues ellos son capaces de captar con mayor facilidad la posibilidad de que exista un caso de acoso escolar entre sus compañeros de clase.