El cielo jiennense, escenario propicio para disfrutar de estrellas y meteoros

29 jul 2018 / 10:53 H.

El firmamento, uno de los principales focos de atención para la curiosidad humana desde la antigüedad, sigue cautivando a los ojos de las nuevas generaciones jiennenses. Al caer el sol, el cielo se cubre de estrellas que, desde los sitios más altos y apartados de las ciudades en la provincia, bien parecen miles de joyas dispersas en un tapiz oscuro. Los fenómenos astronómicos, como la pasada Luna de Sangre, se presentan en Jaén como una oportunidad para sentir de cerca los acontecimientos que ocurren a miles de kilómetros de distancia.

Con dos “Reservas Starlight” en su haber, La comarca de la Sierra Sur de Jaén y Sierra Morena, la provincia es el escenario idóneo para deleitarse con los fenómenos que ocurren más allá de la atmósfera terrestre. Y, de hecho, los propios jiennenses se suman de lleno a este tipo de acontecimientos. Un ejemplo claro se encuentra en como la gran parte de la población se echó a la calle para poder contemplar la Luna de Sangre que se vivió la noche del viernes. Cientos de personas subieron hasta el Castillo de Santa Catalina para, ya fuese desde el merendero a sus pies o en la propia fortaleza, tener unas vistas privilegiadas del satélite terráqueo. La Luna se sumergió dentro del cono de sombra que proyecta el planeta, haciendo que se produjera un eclipse total. Sin embargo, esto no fue lo único que caracterizó al fenómeno, pues el satélite adquirió un tono rojizo que provenía de la misma luz reflejada a través de la atmósfera de la Tierra. En este sentido, Josep Martí, Catedrático de Universidad en el Área de Astronomía y Astrofísica, señala que no es habitual que los eclipses tengan tanta duración. “Lo que ha sucedido es que la Luna estaba bastante lejos de la Tierra, cerca del punto de máxima distancia, lo que se llama ‘el apogeo’, por lo que va más lenta”, apunta, ya que cuando los dos astros se separan, de acuerdo con las leyes de la mecánica celeste, disminuye la velocidad y el satélite tarda más tiempo en recorrer el cono de sombra.

El cielo nocturno de Jaén mostró, también, un invitado más que muchas personas no supieron reconocer la pasada noche. El planeta rojo acompañó a la Luna de Sangre en su aparición. Así, un poco más abajo del astro lunar, Marte se exhibió como un “punto” de tonos rojizos que solo los más perspicaces asociaron con el planeta vecino. Esto se debe a que Marte está en estos momentos acercándose a la órbita de la Tierra, por lo que es mucho más brillante que de costumbre. Otros dos planetas que ahora son más fácilmente reconocibles por su brillo en el cielo nocturno son Júpiter y Saturno.

El gran atractivo que puede causar entre los jiennenses un eclipse de luna es “poco” para lo que, según asegura Josep Martí, puede provocar un eclipse de sol. “En cuestión de belleza e impacto, el eclipse de Sol, cuando es total, es impresionante”, declara. El catedrático enuncia que es mucho más fácil para una persona poder ver un eclipse lunar a lo largo de su vida, ya que estos son bastante frecuentes. Sin embargo, los solares son “mucho más restringidos”, ya que solo se puede ver desde puntos concretos en la Tierra, ya que se producen por una alineación Tierra, Luna y Sol; y el satélite terrestre es más pequeño que el planeta azul y el astro rey. Por otra parte, Martí indica que los eclipses lunares son “más agradecidos”, no solo porque hay muchos más, sino porque estos no requieren de protección para poder verlos, cosa que si ocurre con los solares.

Otros de los fenómenos que encandilan las noches de verano de Jaén son las Perseidas. Esta lluvia de estrellas es, cada agosto, un acontecimiento casi ritual para muchas personas. Martí explica: “A veces, la gente espera ver fuegos artificiales y no es así. Hay que ponerse en un sitio oscuro, se ven mejor más tarde (de madrugada) y se pueden ver una o dos por minuto. Hay que tener paciencia,porque salvo casos históricos en el pasado, no son extremadamente abundantes”.

Uno de los principales enemigos de estos fenómenos es la contaminación lumínica de las ciudades. En concreto, la capital es la zona con mayor contaminación de la provincia. Sin embargo, Josep Martí señala que, poco a poco, la gente “ha tomado conciencia al respecto” y que, en Jaén, es muy fácil salir del núcleo urbano y encontrar una gran cantidad de sitios muy adecuados para su observación.