El caso “Alfaibero”, pendiente de si las piezas son auténticas

El juez procesa a seis personas, pero el fiscal vuelve a pedir un informe pericial

11 ene 2019 / 11:51 H.

La conocida como operación “Alfaibero” fue calificada por las autoridades como una de las más importantes desarrolladas en España en los últimos contra el expolio arqueológico. El caso, que fue destapado por la Guardia Civil de Jaén a finales del año 2017, permitió la detención de seis personas y la recuperación de casi 750 piezas, algunas de ellas de “un valor incalculable”. Entre ellas, destacan dos tablillas de plomo con caracteres iberos que podrían ser el ejemplo más antiguo conocido de escritura de esta cultura. En un primer informe, los arqueólogos no se atrevieron a determinar si las piezas eran auténticas, aunque se inclinaban por pesar que eran falsificaciones. Es más, algunos de los seis investigados llegaron a reconocer en sede judicial que se dedicaban a falsificar obras antiguas.

No obstante, los arqueólogos propusieron al juez instructor que esas piezas debían ser analizadas por otros especialistas en la materia e, incluso, señalaron los nombres de esos expertos. Durante los últimos meses, el magistrado Miguel Sánchez-Gasca instó a la Junta y al Ministerio para se hiciera ese peritaje mucho más exhaustivo. No lo consiguió. Así que pasado más de un año desde que estalló la operación, el juez dictó auto de procesamiento contra las seis personas investigadas en la operación “Alfaibero”. En la práctica, supone que su señoría ha visto indicios de que cometieron un delito contra el patrimonio. Así que remitió el procedimiento a la Fiscalía para que presentara el correspondiente escrito de cargos. Lo que ocurre es que el Ministerio Público, de momento, no acusará a nadie. Considera que el segundo informe es “fundamental” para sostener las imputaciones delante de un tribunal y, por ello, ha solicitado al magistrado instructor que vuelva a reclamar ese segundo informe mucho más completo. Por ello, la causa está todavía paralizada.

La investigación comenzó a mediados del año 2017, cuando el Seprona de Jaén tuvo conocimiento de que varias personas, presuntamente, podrían estar expoliando yacimientos de la provincia. Después, se comprobaron movimientos clandestinos en los mercados ilegales de arte. Fruto de esas pesquisas se tuvo conocimiento de que una de las personas investigadas podría tener en su poder las dos tablillas de escritura íbera. A partir de ahí, estalló la operación “Alfaibero”.