El bloque de derechas absorbe el aumento de la participación

El manual del buen candidato antes de cualquier cita electoral es hacer un llamamiento a la participación. Es un mantra que repiten los aspirantes cuando acuden a su colegio electoral para depositar su voto. España hizo caso a sus políticos y votó de forma masiva el pasado domingo, con dato de participación del 75,75 por ciento, nueve puntos más alto que el registrado en 2016, cuando ese índice apenas superó el 66 por ciento. En Jaén, el comportamiento fue muy similar, aunque con parámetros por encima de la media nacional: la participación fue del 76,07 por ciento, mientras que hace tres años, se quedó en el 70,48. Eso quiere decir que tres de cada cuatro jiennenses con derecho a voto cumplió con su derecho ciudadano.

No obstante, cuando se analiza esta cuestión, hay una pregunta que siempre surge: ¿beneficia o perjudica a algún partido o ideología una participación tan alta? Es difícil responder a esta cuestión, sobre todo teniendo en cuenta los resultados (y las candidaturas) de las últimas elecciones. Hasta la primera década de los 2000, todos los estudios apuntaban en una misma dirección: las elecciones de cambio estaban caracterizadas por niveles de participación muy elevados, y en la misma medida, los procesos electorales con altas tasas de participación acababan con Gobiernos formados por partidos de izquierdas. No es una relación directa, pero sí existía cierta dirección.

Es lo que dice la teoría política, al menos, hasta ahora. Sin embargo, desde que el multipartidismo hizo su aparición en la escena política española, es mucho más complejo el proceso. En Jaén, ha podido verse un ejemplo de esta coyuntura. El pasado domingo, la participación subió en el mar de olivos en más seis puntos, lo que hizo que fuera la provincia andaluza que más acudió a las urnas. En números redondos, más se contabilizaron 13.000 papeletas más que en los comicios generales de 2016. ¿Dónde fueron a parar esos votos? Al bloque de centro derecha. El PP, Ciudadanos y Vox sumaron 183.864 sufragios entre los tres frente a los 170.756 que lograron en las elecciones de hace tres años. Por su parte, el llamado bloque de izquierdas (PSOE y Unidas Podemos) consiguieron 193.190 votos, apenas 1.339 más que en 2016.

Este análisis pone de manifiesto que los votantes de derechas siguen fuertemente movilizados, aunque mucho más partidos. Esa fragmentación en tres cauces distintos de lo que anteriormente era una corriente única ha hecho que el PSOE haya conseguido un triunfo más que holgado. Es lo que vaticinó Pablo Casado —el líder del PP— con su metafórica frase de que sería mejor “no pisarse la manguera”.

El análisis de la participación arroja también otros aspectos llamativos. Jaén fue la provincia andaluza que más votó, casi tres puntos por encima de la media de la comunidad autónoma, que se quedó en el 73,31 por ciento. 39 de los 97 municipios de la provincia registraron una participación superior al 80 por ciento, un porcentaje que los expertos consideran altísimo. Canena se llevó la palma, con casi un 90 por ciento del censo que acudió a las urnas. Solo 160 vecinos se abstuvieron. El segundo municipio de la provincia con menor tasa de abstención fue Carboneros, donde es índice se situó por debajo del 14 por ciento. Y el podio de la mayor participación lo completó Villardompardo, con un 86,04 por ciento.

En el lado contrario, Andújar concentró la tasa más alta de abstención, pues llegó al 34,58 por ciento. Lógicamente, esta circunstancia estuvo motivada por la coincidencia de la cita electoral con la Romería de la Virgen de la Cabeza. La participación también fue llamativamente baja en Pozo Alcón, Beas de Segura, Villanueva del Arzobispo y Jódar, tal y como se puede apreciar en el cuadro gráfico que acompaña esta información. También llama poderosamente la atención el hecho de que la participación subió en 85 municipios de la provincia y solo descendió en 12: Andújar, Benatae, Cárcheles, Cazalilla, Higuera de Calatrava, Hinojares, Jamilena, Jódar, Lahiguera, Marmolejo, Santa Elena y Villacarrillo.

resultados. Hay que recordar que en 95 de los 97 municipios de la provincia ganó el PSOE, mientras que únicamente en Iznatotaf se impuso el PP. Por su parte Ciudadanos logró el triunfo en Aldeaquemada. En otros ocho municipios jiennenses como es el caso de Baños de la Encina, Linares, Lopera, Marmolejo, Martos, Porcuna, Cárcheles o Torredelcampo, la formación naranja ha logrado el deseado “sorpasso” sobre el PP. Entre los municipios en los que Ciudadanos ha ganado al PP se encuentran Aldeaquemada, Porcuna y Cárcheles, cuyos alcaldes optaron por abandonar el PP y pasarse a la formación naranja después de la crisis interna abierta en el partido tras el congreso de mayo de 2017.