El 95% de las denuncias por estafa son por fraudes a través de la Red

Las asociaciones de consumidores advierten de los riesgos de internet

25 sep 2016 / 11:16 H.

Cheques regalo de quinientos euros, cupones de cincuenta en conocidas marcas de comida rápida o un carro de la compra valorado en mil euros. Este tipo de mensajes, enviados a los dispositivos móviles a través de la aplicación Whatsapp o compartidos en las redes sociales, no son desconocidos para los usuarios de las nuevas tecnologías. Sin embargo, para optar al premio solicitan que se rellene un formulario. Entonces saltan las alarmas. Se trata de un fraude a través de internet.

“Hay que ser precavidos”, afirman federaciones como la Facua, que se encarga de recopilar y poner sobre aviso a los usuarios de los riesgos presentes en los nuevos métodos de comunicacion.

“Nadie regala nada, hay que desconfiar de las ofertas que tienen pinta de chollo o que son un gancho”, advierte Marta Matínez, de la Asociación Tres Morillas Al Ándalus, donde reciben denuncias relacionadas con el consumo. Las de mensajería fraudulenta han aumentado este año, con un ascenso de hasta el cinco por ciento de las reclamaciones que se tramitan.

El método habitual para propagar los casos de estafa son los correos electrónicos o la mensajería instantánea. Martínez explica que la técnica más denunciada es cuando el usuario recibe una notificación proveniente de Correos o de la Agencia Tributaria y le solicitan datos para confirmar un pedido o un envío. “Nunca debemos dar nuestra información, y menos el número de cuenta bancaria”, aconseja Martínez.

Actualmente el 95% de las denuncias realizadas por estafa en Jaén se cometen a través de internet. Así lo corrobora Diego Moya, responsable del gabinete de Prensa de la Policía Nacional, que recomienda el uso de páginas web protegidas a la hora de adquirir artículos. Aquellas en las que junto a la dirección aparece un candado o se especifica que se trata de un enlace seguro.

Aun así, la compra requiere vigilancia continua, en especial a la hora de efectuar el pago. “Nunca hay que hacer una transferencia”, afirma Moya, y comenta que el mejor método de pago es a través de la tarjeta, ya que si hubiera algún problema durante el proceso de la transacción, el cliente dispondría de ocho semanas para anularlo, algo que con una transferencia bancaria no se permite.

De hecho, la Policía asegura que el método de pago de “Paypal”, que muchas páginas de compra-venta ofrecen, es el más apropiado, pues ofrece una garantía de indemnización si el cliente llega a ser engañado por el vendedor, y recupera su dinero sin problema.

vulnerable. Los sorteos o las “jugosas” liquidaciones anunciados en las redes sociales son un riesgo que evitar. Si una empresa o un comercio realiza un acto publicitario de esta índole, se debe hacer “in situ”, en el propio lugar, explican desde la Policía. Por eso no hay que “picar”, porque en cuanto se acepta, ya sea por teléfono o por correo, el delincuente obtiene “vía libre” a los datos privados del usuario. “No es ciencia ficción”, recuerdan, “La red es segura, pero vulnerable”.

Las páginas de internet que piden la cumplimentación de un cuestionario o en las que, simplemente, pone: “Deje su número de teléfono aquí”, son una puerta abierta al terminal. En especial, si está configurado para efectuar pagos, una moda cada vez más común. En cuanto el delincuente tenga acceso al aparato, podrá vaciar con facilidad la cuenta corriente del usuario, realizar compras a su nombre y hasta solicitar un microcrédito. Es más, desde la Policía aseguran que hay varios casos denunciados y a la espera de juicio en Jaén.

La prevención es la mejor solución. Adquirir un antivirus es importante, sobre todo que se actualize y sigua la evolución de los virus que infectan los teléfonos, las tabletas u ordenadores.

“La denuncia ciudadana es esencial”, recuerda Moya. Se puede llevar a cabo a través de las redes sociales de la Policía Nacional, como Twitter o por el correo electrónico, conservando el anonimato. “No hay que esperar a que el delito se cometa para advertir a las autoridades”, subraya. Porque aunque aseguren que es difícil dar con el autor de los ciber-delitos, “no es imposible”.

El peligroso caso de las “vampiresas electrónicas”

La Policía Nacional explica otro de los riesgos de las nuevas comunicaciones, las conocidas como “vampiresas electrónicas”. El engaño comienza con una nueva solicitud de amistad en la red social Facebook. Se trata una mujer, desconocida pero atractiva y con características interesantes en su “perfil”, así que el usuario acepta. Entonces, ella empieza a mandarle mensajes privados y da pie a una charla propia entre amigos, con un intercambio de información formal. Pero, de repente la conversación se llena de términos sexuales y sube la temperatura en el chat. La mujer, normalmente de nombre exótico y extranjero, convence al usuario para participar en actividades de explícito contenido erótico.

Durante el juego, ella manda un vídeo con imágenes pornográficas para que el usuario lo imite. Entonces, ella graba y, a continuación, envía un mensaje de extorsión: Si el usuario no paga una cantidad acordada, difundirá el vídeo entre contactos y amistades.

La Policía advierte que suelen ser ciudadanos de origen nigeriano, no escriben bien español y buscan un chantaje que cada vez va a más. “El pago del principio va ascendiendo, mientras posean el vídeo, ellos tendrán el control”, declaran.

Las víctimas habituales en estos casos son hombres de mediana edad y solitarios, por lo que les resulta más fácil aceptar la amistad de una desconocida y entablar una relación de forma más inmediata.

“No existe forma de evitar los virus”
antonio mesa gallego |
Tienda “Formatéate”
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Antonio Mesa ofrece servicio técnico informático en la tienda Formatéate. Llevan siete años arreglando teléfonos móviles y todo tipo de “hardware”, como ordenadores de mesa, portátiles y tabletas. Mesa declara que desde hace dos años les entran clientes con problemas por virus que estropean y ponen en riesgo los datos sensibles.

“Nos llegan móviles infectados con la información encriptada”, dice Mesa, y explica en qué consiste la reparación del aparato: “Sacamos el chip y una máquina especializada elimina las bolas de estaño o de plomo que tienen integradas para sustituirlas por otras, para que el terminal vuelva a funcionar”.

Mesa comenta que para los clientes que acuden a su tienda, normalmente su mayor preocupación no es el objeto en sí, sino la información.

De hecho, es posible que aunque el aparato en sí sea físicamente irrecuperable, las fotografías o los datos de los contactos sí se puedan salvar.

El virus “cryptolocker” es el más común. Mesa explica cómo entra por el correo electrónico, “En cuanto clicas con el ratón, se descarga el virus que bloquea la información”. El informático detalla que, al usar el teléfono móvil o la tableta para leer los correos, “es lógico que se vean más afectados”.

Respecto a posibles prevenciones, Mesa asegura que “no existe forma de evitarlo”, y añade: “Los virus se actualizan cada segundo, los antivirus, en cambio, tardan dos o tres días en detectarlos y estar listos para proteger el sistema de ellos”. Por lo tanto, cuando alguien afirma que todas las infecciones tienen solución, “es mentira”.

“Es esencial saber qué programas descargar”
Mario Puerma Cortés |
Tienda Beep
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“Los casos que recibimos aquí suelen ser por descargar una aplicación maliciosa. Los avisos saltan cuando entra en una página web y le pide la instalación de un programa para poder acceder al sitio que le interesa. Entonces empiezan a fallar”, explica Mario Puerma, informático de la tienda Beep, y añade: “La mayoría de los problemas surgen por culpa de software, es por ignorancia”.

Puerma habla de la importancia de prestar atención a la letra pequeña: “Es esencial leer dónde nos metemos, y aun así también pueden entrar los virus”. Hace un tiempo recibieron algunos casos del conocido como “Virus de la Policía”. Puerma describe cómo funcionaba: “De repente aparecía una pantalla, como si fuera de fondo, y no permitía hacer nada. Aparentaba ser de la página web de la Policía Nacional, decían que tenían bloqueado el ordenador por un caso de posibles imágenes de pedofilia o similar, algo grave, y que para quitarlo había que hacer un ingreso a través del método indicado”. Todo era un fraude, “no tenía nada que ver con la Policía, era una estafa”.

Otro de los métodos para introducir virus en los sistemas es la “descarga” de aplicaciones desde páginas “legales”. “Hay algunos sitios desde donde podemos adquirir programas de forma gratuita o su versión de prueba. El problema es que también se incluyen otros programas que ralentizan el ordenador. Y a veces no basta con desinstalarlos”. En estos casos la página advierte, pero “es habitual que la gente le dé al botón “avanzar” sin leer”, afirma.

“Hay que confirmar el remitente del correo”
Iván Ruiz Paulmo |
Bs Informática
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De las mil ochocientas reparaciones que realizan en BS Informática, Iván Ruiz, informático, asegura que unas cien están relacionadas con casos de bloqueo de información privada.

Los casos más conocidos son derivados del “cryptolocker” y, como explica Ruiz, “lleva tiempo en este sector y ya no tiene solución”. El problema con la infección que provoca no está solo en el “secuestro” de la información, sino en el chantaje que le procede. “Se ponen en contacto con el usuario afectado y piden dinero para proporcionarle una clave que hará recuperar los datos”. Pero no se trata más que de otro paso en la estafa. “Aunque se les pague, no se garantiza que cumplan con su parte. De hecho, tuvimos un cliente que aceptó y después le pidieron el doble, sin darle el código que prometían”, comenta, y añade: “Por eso nunca recomendamos efectuar el pago de ninguna forma”.

Ruiz detalla que la mejor manera de detectar los correos o mensajes fraudulentos es observando el remitente real. “Normalmente no corresponde con lo que indica el mensaje. Si dicen que son de Endesa y quieren cobrar una factura o de Correos y aseguran tener un paquete certificado a la espera de que sea recogido, es esencial corroborar que el dominio del que envía el mensaje es el nombre de la empresa”, comenta, y detalla: “Si termina en “Gmail”, por ejemplo, hay que sospechar”.

El informático recuerda lo sencillo que es, hoy en día, crear una “cuenta” de correo falsa a través de cualquier servidor de internet sin tener que solicitar información más allá de un nombre, por lo que “hay que estar atento”.