Discriminación positiva para los 97 municipios de la tierra

El Consejo Económico y Social reclama soluciones ante la despoblación

30 nov 2017 / 08:51 H.

Partimos de un punto más atrás que otros territorios, por eso necesitamos una discriminación positiva por parte de todas las administraciones: el Estado, la Junta y Europa”. Eso dijo el presidente de la Diputación Provincial de Jaén, Francisco Reyes, en la presentación de la Memoria socioeconómica y laboral de la provincia de Jaén 2016, un diagnóstico que elabora el Consejo Económico y Social de la provincia de Jaén (CES Provincial). Un documento de 816 páginas en el que se recogen datos, consideraciones y recomendaciones para fomentar y favorecer el crecimiento de la provincia jiennense. El presidente de este órgano consultivo, el que fuera segundo rector de la Universidad de Jaén, Manuel Parras, planteó que, por encima de los ya conocidos, las administraciones tienen que hacer frente a un reto que amenaza al territorio jiennense, la despoblación. “Es un asunto muy importante, sobre todo en ciudades urbanas, que han perdido habitantes, como ha ocurrido en Linares, en torno a 1.000, 700 en Jaén, y en el resto de municipios de más de 20.000 habitantes”, dejó claro.

“Los síntomas son evidentes, la población cada día está más envejecida y no tenemos tejido productivo”, por ello, planteó como urgente la necesidad de rejuvenecer la provincia. “Tenemos que conservar y atraer jóvenes a nuestro territorio, porque ese capital social lo estamos perdiendo poco a poco”, argumentó el presidente del CES Provincial, quien insistió en que la generación de empleo es la principal preocupación del CES. “Cuanto más cualificado, mejor”, aseguró. Para revertir la situación, en opinión de Parras, “hay que hablar de dos modelos: uno cortoplacista, que permita a las personas tener una renta mínima digna y un trabajo que les permita vivir con dignidad, para lo cual la política de subsidios es absolutamente necesaria”; y otro, añadió, “para gente más joven, adoptando medidas más a medio y largo plazo centradas en la cualificación y la formación, buscando un escenario profesional que permita a estas personas encontrar un trabajo en su territorio”. El aumento de la edad de la población también implicará, conforme a las variables que maneja el CES, un cambio en el modelo sanitario, aunque, como advirtió, no se trata de una tarea de meses, sino con varios años de plazo.

Sobre el pasado 2016, conforme al análisis, fue un año de “recuperación”, con un crecimiento de la economía de un 2,6% y la reducción de la tasa de desempleo. Eso no quita que continúe aún elevada, especialmente en lo que concierte al paro femenino, que ronda el 38%. Ello hizo plantear a Parras la necesidad de plantear políticas para tratar de modificar esta realidad. Por sectores, el turismo fue de los que dieron mayores alegrías, con una tasa cercana a los 2 días de estancia media, fruto, según el CES, de una política acertada que da razones a los viajeros para que se queden en la provincia. También cabe destacar la consolidación del comercio interior y exterior, el año pasado y el elevado crecimiento de la renta agraria, unido a los avances experimentados en materia de calidad del oro líquido, en los que, como reconoció Parras, juega un papel clave la Administración provincial. En esta apuesta por dar prestigio al zumo de aceituna, en palabras del máximo responsable de Parras, “no hay marcha atrás”.

La presentación del informe del Consejo Económico y Social sirvió para recordar que su labor será clave para la elaboración de la radiografía socioecómica de la provincia en la que trabajan la Diputación y Junta para solicitar a la UE una Inversión Territorial Integrada que abarque los 97 municipios.