Dificultades para maximizar el empleo social en “El Valle”

En Polígono del Valle, los vecinos están inquietos. El lunes pasado comenzaron las obras de rehabilitación de las conocidas como “60 viviendas”. Los trabajos, adjudicados a la empresa Vialterra por 206.121 euros, se encuadran en la catalogación de Área de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU) que ha recibido el barrio. Sin embargo, los vecinos se quejan de que hay un objetivo incluido en esta iniciativa que la propia Administración está incumpliendo: la transformación social de una zona tan castigada por la crisis y el paro, empleando en las obras al mayor número de parados. “Valdivielso [en alusión al delegado de Fomento y Vivienda] nos dijo que no darían pasos sin contar con las asociaciones de vecinos y sí los están dando”, reprocha el presidente de “Passo”, Mario Liébanas, que critica que del comienzo de las obras en las “60 viviendas” se han enterado por el boca a boca. Y apunta: “Tememos que se sigan licitando obras, que no nos enteremos de ellas y que no se amplíe el 10% de las cláusulas sociales [que, actualmente, está establecido]”.

A principios de agosto, la asociación vecinal registró en Fomento y Vivienda y en Empleo una contrapropuesta para elevar “al máximo posible” el porcentaje destinado a empleo social. Sin embargo, aún no ha recibido respuesta a su petición y el delegado de Fomento y Vivienda señaló a este periódico las dificultades para hacerlo posible. “El Polígono del Valle quiere más porcentaje, pero esas cláusulas sociales del 10% están pasadas por el filtro de los Fondos Feder y nosotros no podemos hacerlas a la carta. Son específicas”, subrayó. No obstante, aseguró: “Estamos intentando subir esa cifra”.

De entrada, “Passo” no se conforma y reivindica la información que, del verano a esta parte, considera que ha dejado de fluir. “No entendemos que empiecen unas obras y que ni la asociación, ni la plataforma de parados sepamos nada y que nos enteremos por vecinos. ¡Esto no es lo que hablamos! Convinimos que mantendríamos un diálogo frecuente, que cualquier problema se tratara en la comisión formada por la Delegación, la asociación y la plataforma y no se está cumpliendo”, insiste Liébanas. Se aferra a la “promesa” institucional de que se contrataría al mayor número de parados del barrio. Pero, si no se puede modificar el actual porcentaje destinado a cláusulas sociales y contratación de desempleados y personas en riesgo de exclusión, pide: “¡Que digan cómo se va a poner en marcha ese 10% y cuánta gente se va a contratar”.

El malestar se extiende en “El Valle” coincidiendo con la firma, esta misma semana, del acuerdo para incluir cláusulas sociales en los contratos de la Junta de Andalucía. “Es poner negro sobre blanco nuestro ideario político progresista”, defendió Valdivielso, que diferenció: “Con las cláusulas que había hasta la fecha, no discriminábamos entre empresas. Eran mejoras. Ahora, estas se aplicarán en la adjudicación y licitación de obras. Se baremarán y se puntuarán”. Valoró, en concreto, que, en virtud de estas cláusulas sociales y medioambientales, la Administración no suscribirá contratos con empresas morosas y que no pagan a los trabajadores y que se considerará “como un plus” el compromiso empresarial para suscribir acuerdos con el tejido asociativo local.