Desalojo de Salud Responde hasta que se evalúen los daños

El servicio se suspende, a excepción de la cita previa para Atención Primaria

18 ago 2018 / 11:06 H.

Las fuertes lluvias registradas en la tarde-noche del jueves hicieron estragos en el edificio de Salud Responde. Según explica la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias, durante la mañana se realizó una valoración técnica detallada por parte de los servicios de mantenimiento, que puso de manifiesto nuevos daños en las instalaciones del edificio que alberga el centro de coordinación de urgencias y emergencias sanitarias y Salud Responde. Por ese motivo, Epes decidió desalojar el edificio alrededor de las tres de la tarde de ayer hasta que se complete la evaluación de los daños, se proceda a su reparación y preservar la seguridad del personal.

Los responsables del servicio 061 y Salud Responde, explica la empresa, se personaron en el centro para conocer y gestionar las consecuencias y daños que la tormenta produjo en los sistemas de información y en el propio centro, así como para informar de la situación al personal del edificio, con los datos de los que se disponía en cada momento. “La seguridad del personal, que se mantuvo en los lugares del edificio más adecuados y seguros, convenientemente valorados por los responsables de la empresa, fue prioritaria”, afirma el comunicado de Epes. También apunta a que el servicio 061 no se vio interrumpido en ningún momento y su funcionamiento continuó con normalidad: “Los técnicos y la dirección siguen trabajando para conocer el alcance de los daños y restablecer los servicios de Salud Responde. El servicio de cita previa para atención primaria sigue estando operativo a través del teléfono de Salud Responde (955 54 50 60) y a través de la web de InterSAS (https://ws003.jun- tadeandalucia.es)”.

“Aunque existen protocolos para estas situaciones, se desconocen y no se ejecutan bien”, afirmó, por su parte, el comité de empresa de CGT en Salud Responde, que a través de diferentes comunicados relató la situación vivida por los trabajadores desde que se inundaron las instalaciones.

“Durante casi una hora estuvieron expuestos a posibles descargas eléctricas o a un posible desplome del techo debido a las numerosas goteras que hacían que el agua cayera sobre los equipos informáticos”, explicó. Tras las órdenes recibidas por los responsables de sala, los trabajadores se desplazaron a la planta baja y, tras la petición del comité de empresa de desalojar las instalaciones, se fueron a su casa.

La secretaria de comunicación, Irina García, afirmó que la situación durante la mañana de ayer también fue caótica: “Las personas que acudieron a trabajar se encontraron que no había nadie en el edificio para informarles de la situación y los ordenadores no funcionaban”. Incluso, apuntó el sindicato a que la responsable del servicio indicó a los trabajadores que ocuparan sus puestos “bajo su responsabilidad, sin esperar informes periciales”. A las 13:00, subrayó el sindicato, se retomó el servicio y, tras la explosión de varios ordenadores, se procedió al desalojo de la sala. El edificio, recriminó CGT, se inauguró en octubre de 2006, y además de los continuos problemas de climatización y ventilación, recuerda que tiene goteras en distintas zonas y el agua se sale por el cuadro de luces cada vez que llueve: “El inmueble está sobre terreno movedizo en el paraje conocido como Las Lagunillas, que siempre ha sido inundable. Prueba de ello es la cantidad de vallas que hay en la puerta, de zonas defectuosas que no se arreglan y por donde entra el agua. Vallas que llevan años puestas porque el mantenimiento es nulo”.