Bomberos agotados por una oleada de incendios

05 ago 2016 / 13:30 H.

Desde la Ronda de los Derechos Humanos, en el Polígono del Valle, a las inmediaciones del centro comercial Carrefour, acabando alrededor de las diez de la noche en la Ronda de los Olivares, en el polígono homónimo, los profesionales del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios de la capital estuvieron durante toda la tarde de ayer sofocando incendios. Fuegos que, por el modus operandi y la distancia espacio-temporal con la que se sucedieron, los primeros indicios apuntan a que pueden haber sido intencionados. Y, a falta de que lo dilucide la correspondiente investigación policial, incluso provocados por la misma mano.

Mientras el fuego devoraba monte protegido en la isla bonita de La Palma, por suerte a pequeña escala, sin lamentar algo más que rastrojos y maleza seca por las altas temperaturas, los bomberos tuvieron que extinguir en la capital hasta seis incendios de los que cuatro se registraron en la periferia. El primero que se localizó en pleno casco urbano se detectó, alrededor de las once y media de la mañana, en las Faldas del Castillo. Concretamente, al final de la calle Buenavista. Sucedía, precisamente, para indignación ciudadana, en un solar de titularidad municipal sobre el que la asociación de vecinos lleva tiempo alertando por la falta de mantenimiento y los riesgos que considera que esto conlleva.

“Hace seis meses, por lo menos, que no venían a limpiarlo”, se quejó a este periódico la presidenta de la asociación de vecinos, Matilde Liébanas, que aventuró la posibilidad de que el fuego hubiera sido intencionado, puesto que el solar está vallado. El colectivo vecinal lleva “unos tres años” denunciando “el mal estado” en el que se encuentran los solares abandonados que hay en el barrio. Y lamentó Liébanas, culpando al Ayuntamiento del “olvido” en el que dice que se encuentra la zona: “El día que pase algo en una casa, lo vamos a lamentar”.

Después de una intervención de alrededor de media hora en el solar, los bomberos dieron por extinguido el fuego. Más compleja y dura se presentó la tarde, que fue absolutamente agotadora. Bajo un sol de justicia, poco antes de las cuatro, ya se divisaban columnas de humo en el entorno de Carrefour y, en la Ronda de los Derechos Humanos, a la altura de la tienda de electrodomésticos Milar Esventel, en el Polígono del Valle. En la misma franja horaria, con diferencia de apenas 20 minutos entre ellos, fueron tres los incendios que tuvieron que sofocar entre ambos puntos. El momento más problemático —confesado por los propios profesionales— se vivió en la extinción del fuego que se localizó junto a Milar Esventel por la cercanía de algunas viviendas, que despertó la inquietud de los vecinos. Por fortuna, la meteorología acompañó y no se registraron rachas de viento excesivas que hubieran podido propagar el fuego. Lo llamativo, sin embargo, era que no acababan de extinguir un incendio cuando ya estaban recibiendo la llamada que los alertaba de otro. Trabajaban en el foco declarado en la Ronda de los Derechos Humanos cuando, entre la Carretera de Torrequebradilla y el Centro Comercial La Loma, había otros dos focos a una distancia de poco más de 300 metros. De ellos el más importante, por la extensión de terreno que se vio afectada, fue el que se localizó en las proximidades de Carrefour. El fuego se tragó dos hectáreas, pasto, maleza, alguna arboleda, oliva, cañaveral.

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