María Isabel Millán es maestra de un colegio de Andújar y fue, junto con Leonor Lázaro, una de las fundadoras de Ágora. Su hijo, de 13 años, aprendió a leer con 4. Su tutora se percató de su curiosidad y pasión por la lectura y enseguida le realizaron la valoración. “Tuvimos suerte porque se hizo pronto”. Desde ese momento se le aplicó la flexibilización y la mitad de la jornada la pasaba con niños de primero de Primaria, y la otra con sus compañeros de Infantil. El cambio de clase no supuso ningún problema para él, que se adaptó “enseguida”.

“Nosotros notábamos alguna diferencia respecto a otros niños, pero no le dábamos importancia”, cuenta José Antonio Casado. Su hija tiene ahora 9 años y su ritmo de lectura es impresionante. “Acaba de terminar los cuatro que le cogimos en la biblioteca la semana pasada, habrá que ir a por más”. Casado explica que le hicieron la prueba con 5 años, por consejo de la profesora. “Veíamos que era muy inteligente, más despierta que otros compañeros, pero no lo considerábamos como algo extraordinario”.