Alerta máxima por la Xylella

La Junta reúne a la Mesa de Sanidad Vegetal para pedir calma y anunciar más inspecciones

06 jul 2017 / 10:41 H.

Es una situación de alerta máxima. Por eso, como suele ocurrir en estos casos, la Administración pide calma y anuncia que aumentará los controles. La Xylella Fastidiosa —una bacteria que ataca al olivar y lo seca sin que haya remedio alguno— se detectó la pasada semana, por primera vez, en la Península Ibérica. Se conoce desde hace 125 años, pero nunca antes se había dado un caso de un agente patógeno que siempre ha estado ligado a las plantaciones de café de Centroamérica y América del Sur. Se dieron casos en Italia y, también, en Francia. De ahí saltó a Baleares y, hace unos días, se confirmó el primer positivo en la Península. Estaba en una plantación de almendros de Alicante. Desde entonces, existe miedo. Aquí hay agricultores que ni siquiera saben bien cuál es el nombre de la bacteria, pero sí que tienen claro que como llegue habrá que arrancar muchos olivos. Una ruina para el campo.

El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, presidió ayer, en Sevilla, la reunión de la Mesa de Sanidad Vegetal. “Hemos convocado este foro para compartir con el sector toda la información que tenemos disponible tras la confirmación, el pasado viernes, 30 de junio, de la detección del primer caso de Xylella fastidiosa en la Península Ibérica. Queríamos analizar conjuntamente esta nueva circunstancia”, afirmó el consejero. Rodrigo Sánchez Haro dio un mensaje de tranquilidad e insistió en que la detección fue posible gracias a la colaboración de un agricultor y a que se han intensificado las prospecciones y el control.

Menos cosecha. En su intervención, el consejero explicó a los integrantes de la Mesa (representantes del sector y del Gobierno autonómico) que, en el caso del foco detectado en Alicante, el propio afectado acudió a los servicios de sanidad vegetal de la Comunidad Valenciana al observar una reducción de la producción de almendras de su plantación. “Quiero agradecer a los agricultores y viveristas su labor y colaboración activa en la vigilancia de esta enfermedad bacteriana en Andalucía, ya que la cooperación de todos los agentes implicados es una condición esencial para hacer frente a esta amenaza fitosanitaria”, señaló. El titular de Agricultura apostó también por la unidad en el ámbito nacional. “Vamos a trabajar para alcanzar una estrecha colaboración con la Administración General del Estado”. De hecho, la llegada de la Xylella a la Península será de hecho uno de los temas que aborde la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural del próximo 10 de julio.

Además, el consejero andaluz informó de que está previsto reforzar la vigilancia en zonas limítrofes y explotaciones con especies sensibles y convocar al grupo científico asesor, un equipo formado por científicos y técnicos de relevancia en materia de patología vegetal y que presta apoyo en el diseño y ejecución de actuaciones. La Junta contempla también el establecimiento de un protocolo de intervención ante posibles avisos, habilitando incluso un teléfono de atención y consultas o una cuenta de correo electrónico, y “hacer una revisión exhaustiva” del procedimiento de trabajo de vigilancia y de intervención en caso de detectarse la enfermedad en la región.

Intervenciones. La Consejería de Agricultura desarrolla inspecciones dirigidas a detectar y contener la Xylella fastidiosa desde 2014, cuando se elaboraron los manuales de procedimiento de trabajo. Al año siguiente, se aprobó por Consejo de Gobierno la estrategia andaluza contra esta bacteria, una planificación que contempla acciones de prevención, detección precoz, erradicación y lucha así como intervenciones en el marco de la investigación, la difusión y la formación. En los primeros cinco meses de 2017 se han realizado ya 268 actuaciones en explotaciones (134), viveros (128) y parques y jardines (seis) que han permitido la obtención de más de 1.500 muestras de material vegetal sensible (3.880 desde 2014). Todas las pruebas realizadas han tenido resultado negativo.

En Málaga se han realizado 50 intervenciones, 24 en Cádiz, 22 en Jaén, 19 en Córdoba, 17 en Almería, 15 en Sevilla, 10 en Granada y 9 en Huelva. La Unión Europea tiene un duro plan de lucha para erradicarla, que implica arrancar todos los árboles en un radio de 100 metros desde donde se haya detectado — trazando una circunferencia— y vigilar los árboles en 10 kilómetros a la redonda. ¿La imaginan en un pueblo del “mar de olivos”? Mejor, ni pensarlo. Los insectos se encargan de trasladarla de unas plantas a otras, por lo que el verano es la mejor estación para fomentar la propagación. Se transmite gracias a los insectos, aunque las temperaturas extremas que existen en la provincia pueden ser un firme aliado para evitar que se infecten árboles. No obstante, la preocupación en el sector es tremenda. Por eso, se pide que se informe a las administraciones si se nota alguna anomalía en las fincas. Además, una de las claves para evitar la llegada radica en no comprar ni una sola planta en viveros que no se encuentren autorizados. De hecho, este se considera el gran talón de Aquiles a la hora de evitar la enfermedad.