Alegato contra el victimismo en el juicio del “procés”

El fiscal Javier Zaragoza cree que lo que buscan las defensas es que el Estado “se siente” en el banquillo

14 feb 2019 / 11:18 H.

La Fiscalía del Tribunal Supremo pronunció, durante la segunda jornada de juicio del “procés” en el Tribunal Supremo, un discurso firme y contundente contra los alegatos de los abogados de los doce líderes catalanes que se sientan en el banquillo, que defendieron en sus cuestiones previas la utilización de esta causa judicial como medio de perseguir la ideología independentista. Frente a ello, los fiscales Javier Zaragoza y Fidel Cadena reprochan a los letrados que se quiera sentar al Estado en el banquillo cuando el juicio es en defensa de la democracia. El primero en intervenir ha sido Zaragoza, quien ha tildado los argumentos de las defensa de ser “auténticos libelos acusatorios basados en una versión distorsionada de la realidad”, dirigidos a desprestigiar a la justicia española y, por ende, a “cuestionar la calidad democrática de nuestro Estado de Derecho” e intentando “sentar al Estado en el banquillo” de los acusados. Zaragoza realizó estas consideraciones antes de argumentar su impugnación a todas y cada una de las cuestiones expuestas durante la jornada de arranque de la vista, en la que los abogados del exvicepresident de la Generalitat Oriol Junqueras —para quien el Ministerio Público solicita 25 años de cárcel— y del resto de encausados jugaron última carta para conseguir la nulidad del procedimiento.

Así, el fiscal abundó durante más de una hora de intervención en que las defensas utilizaron el trámite legal de cuestiones previas para “transformar en víctimas a quienes han fracturado el orden constitucional y sentar en el banquillo al Estado”, que en este asunto no ha hecho más que “restaurar el orden político mediante el único instrumento en una sociedad democrática, que es la aplicación de la Ley”.

En este punto Zaragoza ha aludido a “esa mayoría social silenciosa de Cataluña, un 60 por ciento del censo electoral, que no participo en el referéndum ilegal del 1-O, así como al ataque a la soberanía nacional que reside en la totalidad del pueblo español.

“No es cierto, no es el independentismo lo que se juzga, no es al proyecto político, sino los gravísimos hechos que acaecieron en los meses de septiembre y de octubre”, insistió en varias ocasiones. Para ello recuperó el auto de procesamiento del juez Llarena que decía que los independentistas “no defendieron” su idea “por la vía pacífica”.