25.800 jiennenses con alta formación se apuntan al paro para ser jornaleros

El 78% de los parados que pide empleo en el campo tiene la ESO o ha ido a la universidad

03 nov 2017 / 10:19 H.

Ser aceitunero es motivo de orgullo. Hasta Miguel Hernández lo dejó claro: “Andaluces de Jaén, / aceituneros altivos, / decidme en el alma: ¿quién, / quién levantó los olivos?. En cambio, parece evidente que para ser jornalero no hace falta la preparación que se da en una universidad, en los ciclos superiores de Formación Profesional o en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO). Sin embargo, si buena parte de los recursos humanos bien cualificados de esta provincia se destinan a una actividad que no requiere un elevado nivel de preparación parece que hay mecanismos en el tejido productivo que han dejado de funcionar.

Es triste ver que miles de jiennenses vean que la única salida laboral que tienen, de una forma inmediata, sea trabajar en la campaña de la aceituna. En cambio, esto se agrava después de estudiar en la universidad o tras acabar un ciclo de años de preparación. El Observatorio Argos ofrece unas cifras del Servicio Andaluz de Empleo, que dejan “helado” a cualquiera. Actualmente, existen 33.197 personas que demandan un puesto de trabajo en el campo. A nadie escapa que este volumen de mano de obra se debe al inmediato comienzo de la campaña de la aceituna. De ellas, 25.800 han terminado la Secundaria o han iniciado —incluso terminado— la universidad. Esto quiere decir que el 77,7% de la bolsa de mano de obra a la que acuden los agricultores tiene un alta formación y, evidentemente, una sobrecualificación para la labor que desempeñan. Por eso, habrá jornaleros que, mientras que varean los olivares, perfectamente puedan imaginar las fórmulas químicas para tratar los aceites lampantes, otros podrían realizar algoritmos para establecer ritmos de recolección más elevados, algunos podrían enumerar la normativa legal sobre prevención de riesgos o los tratados internacionales de comercialización o, incluso, serían capaces de llevar la contabilizar de la finca de una manera digitalizada. Así de claro y, también, de triste.

Solo 463 personas que están apuntadas al paro para trabajar en la agricultura afirman que no tienen estudios. Hay 5.230 que estuvieron en la escuela, pero no lograron el graduado. Existen 1.703 que sí lo consiguieron, mientras que 24.004 disponen de los estudios secundarios. Por último, 1.796 pueden acreditar una titulación universitaria.

Régimen Agrario. La bolsa de mano de obra para trabajar en la campaña de la aceituna durante este año es impresionante. Además de los 33.197 demandantes registrados en el Servicio Andaluz de Empleo (SAE), hay 59.126 afiliados al Régimen General Sistema Especial Agrario de la Seguridad Social (Rgsea). Necesariamente, no todos han de estar en desempleo. En realidad, son jornaleros que se incorporan durante campañas y que, luego, resisten como pueden gracias a prestaciones cuando no hay actividad rural. Sin embargo, se trata de una importante bolsa de mano de obra que estaría también disponible para la campaña.

Mientras tanto, el descenso de los desempleados extranjeros es enorme. El Servicio Andaluz de Empleo señala que hay 231 que proceden de países de la Unión Europea y 738 extracomunitarios. No llegan ni a mil. Habrá que ver qué decide el Foro Provincial de la Inmigración, pero parece evidente que no hará falta importar mano de obra. Y, encima, habrá 1,4 millones de jornales menos que el año pasado.